COLUMNA INVITADA

Esperanza y promesas de cambio en el segundo debate presidencial

Estos proyectos, envueltos en controversias de corrupción y mal manejo de recursos, han generado más preguntas que respuestas

OPINIÓN

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Tania Larios / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El futuro de México comienza en las decisiones que tomamos hoy, y el segundo debate presidencial nos permitió ver más allá de las simples promesas, enfocándonos en lo que realmente necesita nuestro país. Frente a la candidata del régimen que prefiere seguir un camino ya conocido, lleno de fracasos, se encuentra otra que propone un cambio radical pero esencial, dirigido hacia la reconstrucción y la reconciliación nacional.

La insistencia en mantener grandes obras como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, sin un análisis transparente de sus beneficios reales, ha caracterizado tanto a la actual administración como  a la candidata de Morena, que claramente fue enviada al debate a defenderlas. Estos proyectos, envueltos en controversias de corrupción y mal manejo de recursos, han generado más preguntas que respuestas. Las denuncias de malversación y los significativos impactos ambientales contradicen las promesas de progreso y sostenibilidad. La experiencia muestra que construir sin atender las necesidades reales de la gente y sin respetar el medio ambiente lleva a la ineficiencia y a la desilusión. Los sobrecostos y los retrasos en estas obras reflejan una gestión que no solo falla en su ejecución, sino que además amenaza el bienestar futuro del país.

Xóchitl Gálvez propone una alternativa que desafía la continuidad de un modelo que no ha sabido rectificar sus errores. Su plan incluye un fuerte apoyo a las pequeñas y medianas empresas y un compromiso firme con la sostenibilidad, buscando el crecimiento económico, la equidad y la justicia social. A diferencia del gobierno de Morena, que ha mostrado una tendencia hacia la centralización del poder y una falta de transparencia, Xóchitl ofrece un enfoque de gobierno más inclusivo y abierto a la participación ciudadana.

La decisión es evidente. México no puede darse el lujo de seguir por un camino que nos lleve a más división y descontento. Optar por la reconstrucción, la unificación y la innovación en nuestra forma de gobernar es necesaria. No se trata solo de elegir a una nueva presidenta; se trata de elegir una visión de país que abrace la diversidad y la justicia como pilares del desarrollo. Buscamos un México sin miedo, lleno de esperanza y oportunidades para todas y todos.

POR TANIA LARIOS 
SECRETARIA GENERAL DEL PRI CDMX Y DIPUTADA EN LA II LEGISLATURA DEL CONGRESO DE LA CIUDAD DE MÉXICO

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