“Mostremos al mundo cómo se defiende a la democracia”. Pedro Sánchez
Otro escándalo envuelve a España. El Colectivo de Funcionarios Manos Limpias, organización de militantes de derecha y fundada por un ex militante de ultraderecha, quien ha hecho de las denuncias penales contra terceros a través del instrumento jurídico español “denuncias populares” su modus operandi, en esta ocasión arremetieron contra Begoña Gómez, pareja del Presidente del gobierno español y líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, cimbrándolo hasta dejar sus funciones gubernamentales…solo por unos días y dejando a las y los españoles entre más dudas que certezas.
La acusación señala que Begoña Gómez se aprovechó de su posición en el gobierno español para contratar algunas empresas que, posteriormente, beneficiaban a las actividades de la acusada, como el financiamiento de un Centro de Innovación en África, mismo que Gómez dirige. Es decir, corrupción y tráfico de influencias, sin embargo, como ha ocurrido antes, Manos Limpias no presenta pruebas suficientes ni contundentes, pero ha asestado el golpe en contra de Sánchez y de todo el PSOE a tan solo unos días de comenzar las campañas en Cataluña, pieza fundamental para la gobernabilidad de Pedro Sánchez.
“Es tiempo de parar y reflexionar…” fue lo expresado por el mandatario español, con evidente molestia, a través de una misiva por su cuenta de X. En dicha carta, Sánchez pone en duda si vale la pena -todo esto- de la política, de su investidura, del juego del poder a cambio de perder toda vida privada, toda intimidad de él y los suyos, en este caso, su esposa. En la mencionada temporada de “reflexión” (tan solo unos pocos días) la sociedad española estuvo expectante ante una muy eventual dimisión, misma que el lunes se dio por descontada cuando Pedro Sánchez dio un mensaje en conferencia de prensa nacional: he decidido seguir.
En medio del torbellino, Sánchez acusó abiertamente a Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular y a Santiago Abascal, mandamás de Vox (derecha y extrema derecha, respectivamente) de azuzar y orquestar a Manos Limpias en contra de Begoña Gómez y de toda la gobernabilidad española. Dentro de los señalamientos, también argumentó que las artimañas de Feijóo y Abascal lo único que provocaba en él, su familia y toda España era una “política de la vergüenza” y que le hace mucho mal a la democracia y a la sociedad española.
Otro capítulo concluye en esta historia que bien podría llamarse “Pedro, el funambulista”, recordemos que cuando todo el mundo pensó que hace unos meses Feijóo sería presidente, Sánchez logró mayoría parlamentaria y convenció a la radicalidad catalana para formar gobierno. Ahora después del trago amargo entre lo público y lo privado, el mandatario no puede perder el tiempo y deberá refrendar su compromiso en Cataluña y mostrar su músculo en el parlamento europeo. Sánchez pasará a la historia del gobierno español como el presidente que logró evadir los embates de la derecha, la ultraderecha y de los medios de comunicación para mostrar que la izquierda sí puede ser dialogante y progresista. Veremos si esta pértiga le sigue funcionando para terminar su mandato y llevar a España a buen puerto.
POR ADRIANA SARUR
COLABORADORA
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