PASIÓN POR CORRER

Las de los pies ligeros

Lo que distingue a estas mujeres es que ya no corren por el sueño de Micah, corren por los propios, por sus derechos y por los de sus hijas

OPINIÓN

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Rossana Ayala / Pasión por Correr / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El sueño de Micah True, quien pasaría a la historia como “Caballo Blanco", era que el mundo conociera la existencia de la cultura rarámuri y de sus legendarios corredores; y lo logró en 2006, cuando creó el Ultramaratón de la Barranca del Cobre, en el que reunió a grandes mitos de la ultradistancia para competir con los hombres de “los pies ligeros” y así fomentar el respeto, el intercambio y la preservación de la la cultura indígena.

La iniciativa tuvo éxito también, gracias al periodista Christopher McDougall, quien se encargó de organizar el encuentro y que narró en su famoso libro Nacidos para Correr. Rarámuris y chabochis, corriendo juntos, durante 80 kilómetros por los abruptos desfiladeros de la Sierra Tarahumara, soportando temperaturas cercanas a los 40 grados y sin asistencia alguna.

Han pasado 14 años desde ese encuentro y ahora son las mujeres rarámuris quienes demuestran que también ellas nacieron para correr, a pesar de que por siglos han sido marginadas, discriminadas, excluidas y despojadas de sus derechos por ser mujeres, indígenas y pobres.

Un estudio realizado por INMUJERES en coordinación con instituciones de estadística, muestra que nuestro país,1 de cada 10 mujeres pertenece a una comunidad indígena, esto representa un aproximado de 6 millones de mexicanas. Además, evidencia que 2 de cada 10 mujeres indígenas no sabe leer, ni escribir; y las van a la escuela concluyen solo primaria. Respecto a lo económico, el 49.4 por ciento de las mujeres indígenas perciben ingresos menores al salario mínimo y sus actividades son: obrera, jornalera y trabajo doméstico.

Ante esto, las rarámuris han comenzado a usar la fuerza de sus piernas ya no solo para deambular en los terrenos complicados de la sierra. Ahora muestran sus capacidades y valentía para subirse a podios internacionales y llevar dinero y reconocimiento a sus hogares y comunidad. Un ejemplo es el de la atleta Lorena Ramírez, a quien Netflix le hizo el documental: Lorena, la de pies ligeros. Su historia se hizo famosa cuando participó en una serie de carreras de ultradistancia en Europa, vistiendo su ropa tradicional y sus huaraches de plástico.

El pasado 31 de marzo, seis atletas rarámuri obtuvieron el tercer lugar en la carrera “The Speed Project” en donde recorrieron 550 kilómetros en relevos, durante tres días, sin paradas, desde Los Ángeles, California, hasta Las Vegas, Nevada. Cada atleta recorre una distancia de 91 kilómetros, por lo que la fortaleza física es fundamental. El circuito es sobre asfalto y terrenos irregulares.  Yulisa Fuentes (25 años), Isidora Rodríguez (46), Lucía Nava (27), Argelia Orpinel (40), Rosa Ángela Parra (29) y Verónica Palma (34) corrieron con sus vestidos típicos y calzaron sus distintivos huaraches.

Lo que distingue a estas mujeres es que ya no corren por el sueño de Micah, corren por los propios, por sus derechos y por los de sus hijas. Las excluidas entre los excluidos ahora se suben a los podios para cambiar el rumbo de su existencia, sin apoyos gubernamentales, con sus escasos recursos, porque en un país como este, es su única y mejor opción. 

POR ROSSANA AYALA

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