Seguramente ya habrá escuchado que en Texas se detectaron brotes de influenza aviar de alta patogenicidad en aves de corral y en ganado vacuno, este último un hecho sin precedentes en la historia, según reportan especialistas, y es atribuido a la presencia de aves acuáticas migratorias en ese estado.
Ante esta situación, el Gobierno de México, a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, de inmediato tomó medidas para reforzar la inspección clínica de ganado proveniente de ese país y así prevenir riesgos zoosanitarios en el territorio nacional.
El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) implementó la vigilancia pasiva en bovinos lecheros y el ganado que se pretenda ingresar al país será sometido a una minuciosa inspección clínica.
También se exhortó a los productores a notificar si observan en sus animales reducción en la producción láctea y disminución del apetito o signología de enfermedad respiratoria, como fiebre, tos, descargas nasales y secreciones oculares.
Es importante señalar que el consumo de productos derivados de la leche pasteurizada no constituye un riesgo para la salud pública.
El titular de la dependencia federal, Víctor Villalobos Arámbula, se reunió con representantes de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec), de la Asociación Mexicana de Productores de Leche (AMLAC) y de la Federación Mexicana de Lechería (Femeleche), y acordaron llevar a cabo un trabajo estrecho ante los retos que se tienen en productividad y sustentabilidad.
Y es que, el sector lechero es estratégico para la seguridad alimentaria y la actividad económica, ya que representa la cuarta actividad productiva del PIB de la industria de alimentos en México.
Imagine usted que tengamos en México problemas de inocuidad y sanidad en nuestros alimentos. Además del riesgo a la salud pública, sería un golpe severo a los productores y a la actividad económica del país.
De ahí la importancia de que en el próximo sexenio se incremente el presupuesto del Senasica, un bien al servicio del país, de los productores y de los consumidores y cuya actividad es considerada de seguridad nacional. Estamos hablando de que es el similar de la Secretaría de Salud en el sector primario.
¿Sabe usted cuánto se ahorra de dinero al llevar a cabo estas acciones de prevención? Una enfermedad o plaga lastima la economía de los productores, comunidades y regiones. Por ello, es un tema en el que no se debe escatimar ni un centavo.
Recordemos que, además de la influenza aviar, en nuestro propio continente existen otras plagas y enfermedades de las que México está exento a la fecha y que han causado estragos en la agricultura y ganadería de otras naciones.
Por cierto, no pierda de vista lo siguiente: viene una disputa en el tema de la leche, pues hay quienes pretenden disminuir su consumo entre la población, basados en criterios “cuadrados”, sin tomar en cuenta que este alimento provee nutrimentos esenciales y es fuente de energía, proteínas de alta calidad, además de minerales y grasas requeridos por el organismo.
POR MARIANA OTERO BRIZ
COLABORADORA
@BRIZCOCHO
PAL