COLUMNA INVITADA

Ganó la ciencia

Con la decisión de continuar con el glifosato, el presidente López Obrador da la razón a la ciencia

OPINIÓN

·
Bosco de la Vega / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Durante toda esta administración, se han tomado decisiones con base en posiciones ideológicas que ignoran la ciencia, la evidencia o la experiencia. Esas decisiones han sido promovidas por los grupos más radicales del gobierno,y  han prevalecido sobre las visiones moderadas de muchos funcionarios. 

Así fue en temas económicos como la definición de la política energética; temas de política exterior como no condenar inmediatamente la invasión de Rusia a Ucrania o estrechar la cercanía con los gobiernos de Venezuela y Nicaragua; o temas sociales  como el manejo de la pandemia en el que se limitó el acceso a las vacunas y se desincentivó el uso del cubrebocas.

En el ámbito agroalimentario, pocos temas han generado tanta polémica y enfrentamientos al interior del gobierno como el del uso del glifosato. 

Por un lado, el ala radical del gobierno representada por el subsecretario de Sader Víctor Suárez,  el subsecretario de Salud López-Gatell y la titular del Conacyt, impulsó un decreto presidencial que prohíbe el uso de este herbicida, alegando supuestos efectos negativos sobre la salud. 

Por el otro lado, los funcionarios no ideologizados como el Secretario del ramo Víctor Villalobos, y la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, insistieron en que no hay evidencia científica sobre sus efectos dañinos, y  en que el glifosato es indispensable para la productividad y competitividad del campo. 

Hace algunos días, el presidente López Obrador le dio la razón a la ciencia, y la espalda a pensamientos ideológicos sin sustento, aplazando la entrada en vigor del decreto. 

Hay que reconocer esta decisión del Presidente, que sin apasionamientos escuchó las razones, valoró la evidencia y decidió en favor del campo mexicano.

El glifosato es utilizado en todo el mundo (literalmente) porque no hay evidencia de que perjudique la salud y ni hay un sustituto que ayude a combatir eficientemente las plagas. 

Utilizado con responsabilidad y buenas prácticas, se minimizan sus potenciales riesgos y se maximizan sus beneficios. 

Sin glifosato enfrentaríamos pérdidas de 40 por ciento de los rendimientos de los cultivos y seríamos más dependientes de la importación de cultivos esenciales, de los cuales ya importamos porcentajes muy altos, como el maíz (42 por ciento), trigo, (56 por ciento), arroz  (82 por ciento) y soya (91 por ciento). 

Con 10 millones de personas en pobreza alimentaria, México debería usar toda la tecnología disponible para mitigarla. Bien por México, y bien por nuestro Presidente. Así damos un respiro al T-MEC y al campo. Si hacemos así en otras ramas de la economía, con decisiones basadas en la ciencia, seremos más competitivos. 

CUMULONIMBUS. ‘Hazlo lo mejor que puedas hasta que sepas más. Cuando sepas más, hazlo mejor’, Maya Angelou.

POR BOSCO DE LA VEGA

COLABORADOR

@BOSCODELAV

PAL

Temas