DESDE AFUERA

El mundo en transición

La clave de la actual situación mundial es "evolución", o "transformación

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

"Independientemente de que se crea o no que Estados Unidos está en relativo declive, una cosa está clara: el resto del mundo ya actúa como si ese fuera el caso", escribe Ravi Agrawal, editor de la prestigiosa revista estadounidense Foreign Policy.

Es una formulación que vale la pena considerar. Más aún cuando hace apenas 30 años Madeleine Albright, Secretaria de Estado en el segundo periodo del presidente Bill Clinton, proclamaba a su país como "la nación indispensable", después de la caída del Muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética y su bloque de aliados. 

"Sí –continúa Agrawal–, la Casa Blanca todavía controla el Ejército más poderoso del mundo y preside su mayor economía, pero un número creciente de las llamadas potencias medias están tratando de ver cómo pueden aprovechar un orden global en evolución".

La clave de la actual situación mundial es "evolución", o "transformación". 

Pero nadie tiene claro hacia dónde. 

Cierto, parecen haber países que como Rusia, China, India o Brasil tienen muy claro que desean colocarse en una situación de preponderancia al menos regional y si es posible global. Son por cierto ambiciones legítimas, pero tendrían que definir lo que ofrecen, algo más que simplemente el hecho de no ser estadounidenses.

Y no son los únicos competidores.

Está para empezar la Unión Europea, aunque está en parte limitada por los propios pecados históricos de algunos de sus miembros y en parte porque su diversidad la hace un organismo lerdo. 

Está ciertamente el bloque, si así se le pudiera llamar, de países de extremo oriente. Japón y Corea del Sur pueden ser un bloque  competitivo, pero antes deben resolver sus problemas históricos.

Una alianza entre Japón y Corea del Sur puede tener eco con potencias comerciales y económicas como Malasia y Singapur, pero también con países como Vietnam, Laos, Tailandia, Filipinas e Indonesia, recelosos ya del poderío chino y literales reclamos territoriales en el mar del sur de China, una vital vía de navegación comercial.

Medio Oriente es un área complicada, más allá de la enemistad palestino-israelí. Cierto, la cercanía con los palestinos ha sido una piedra de toque para los árabes, pero no  ha impedido que las naciones más alejadas del conflicto, como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes, busquen contactos y vínculos comerciales o diplomáticos con Israel.

Arabia Saudita e Irán son países vecinos y hasta ahora rivales, por factores religiosos y geopolíticos. Pero no se puede desestimar su impacto, solos o en conjunto, en los mercados petroleros mundiales.

Turkíye lleva décadas en la tarea de reconstruir su influencia en Asia menor, donde ha formado una agrupación de naciones túrquicas, unidas por tradiciones y rasgos culturales, con posibilidades de influencia en naciones que hace poco más de un siglo eran parte de su imperio y sin olvidar el impacto de la cultura popular, el "poder blando" de la política internacional. 

Y los Estados Unidos son el punto de referencia.

POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS 

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM            

@CARRENOJOSE

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