COLUMNA INVITADA

¿Eclipsar o convencer?

Sólo la maestría de la palabra que poseen Emma Watson, Michelle Obama, Malala Yousafzai, Hillary Clinton, Natalie Portman o Gloria Álvarez, probablemente hubieran podido maniobrar bajo un esquema sumamente hostil

OPINIÓN

·
Sara Morgan / Columna Invitada / El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La primera regla de un debate tendría que ser la libertad, pero debido a las acotaciones, se tuvo mucho ruido y pocas nueces. Resultó lógico qué en un ambiente artificial fuera imposible que se establecieran ideas propositivas de quienes compartieron el escenario. En realidad, el intercambio que sirve para realizar una comparación de calidad, no lo veremos en la tribuna de debates, sino en las conversaciones con conocidos, amigos, estudiosos de la política, es decir, en un entorno contextualizado; ya que la realidad y la claridad son enemigos del ensayo. 

Sólo la maestría de la palabra que poseen Emma Watson, Michelle Obama, Malala Yousafzai, Hillary Clinton, Natalie Portman o Gloria Álvarez, probablemente hubieran podido maniobrar bajo un esquema sumamente hostil. 

A pesar de todo no debemos dejar de observar cuestiones interesantes: La primera fue la incomodidad de los candidatos que, en lugar de formar opinión, generaron memes. La segunda, radica en el hecho de que las casas encuestadoras carecen de fundamentos científicos para aportar veracidad a sus resultados, en ambientes disruptivos, donde no cabe la certeza, como se ha demostrado en las recientes votaciones de países muy parecidos al nuestro como:  Turquía, Argentina y el dato curioso es que también en Ecuador, donde esa mención a su proceso de elección comenzó una crisis internacional. Claro está, que al hablar de lo primero no podemos obviar la respuesta arbitraria, que tuvo al ingresar a la embajada mexicana, pues la figura ficticia de seguridad jurídica se trastocó; y eso es muy peligroso, pues gracias a la misma, millones de personas, en otros tiempos, se han salvado de ser asesinados por cuestiones políticas, sin embargo, vivimos un presente donde el derecho se ha banalizado por diferentes dirigentes gubernamentales; y con ello, podríamos asegurar que esos tropiezos se están volviendo en contra de aquellos para quienes las leyes, sólo es un elemento que se respeta cuando conviene a sus intereses. 

Regresando a nuestra tierra, otro detalle, no menor, fue el hecho de que alguna de las candidatas, señalará que los delitos se deben denunciar ante el ministerio público, les recuerdo que, si esta propuesta fuera válida y tuviéramos una autoridad independiente, lejana al ambiente político, junto con los elementos como una policía de investigación preparada; y bien pagada, no tendríamos el récord de que sólo se presenta una denuncia por cada diez delitos cometidos. Les dejó las cifras. Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2023 (inegi.org.mx). Así que, al hablar de institucionalidad jurídica, sólo revela una soberbia de quien habla desde un privilegio, del que no gozan la mayoría de los ciudadanos. 

Queda claro, haciendo el paralelismo con una descripción que hace Farid Dieter de la película llamada: “Una Historia del Bronx”; que a veces invertimos emocionalmente demasiado en personas o grupos que al final del día no nos corresponden de la misma manera.

En ocasiones tendemos a proyectar nuestras esperanzas, sueños y deseos en figuras que deseamos que ganen la contienda, como ahora los políticos con quienes de alguna manera pensamos tener una conexión o anhelo, aunque sea en la más mínima medida, ya sea con la esperanza de obtener mejores ingresos, un trabajo en el gobierno o incrementos a los programas sociales. Lo anterior, sin percatarnos que las promesas que se realizan no siempre son bidireccionales. 

Ante la falta de garantía el auto respeto debe ser prioritario haciendo un discernimiento de aquellos proyectos, que, si pueden hacernos parte integral de un sistema de bienestar, respecto de otros que sólo implican la permanencia en el poder y beneficios de unos cuantos. 

En razón de lo anterior, nuestro deber ciudadano es evitar el pensamiento difuso. Aquél que genera; como indica Mariano Sigman, en el libro “el poder de las palabras”: “…explicaciones simples, pero no necesariamente verdaderas”; para evitar conjeturas sesgadas y no necesariamente adecuadas socialmente. 

La propuesta es hacer lo que sugiere Hugo Mercier, coautor de The Enigma of Reason (El enigma de la razón) que son los siguientes cuestionamientos: ¿Qué pasa cuando una minoría con la razón de su lado, emerge en medio de una multitud convencida de lo contrario? O ¿Por qué, si en países como el Chile, de Boric, la Honduras de Xiomara Castro, la Colombia de Gustavo Petro, ¿el Venezuela de Nicolás Maduro y la Cuba de Miguel Díaz Canel? Tienen el mayor número de emigraciones por inseguridad, hambre, persecuciones políticas y falta de empleos. 

La respuesta es que precisamente dichos países, ahora, pertenecen a personas y no a democracias.

Ahora bien, basados en lo que sucede políticamente, se dan cambios en las formas de vida, en la prosperidad, en la educación; en un sinfín de proyectos, por lo cual es difícil alejarse de ese terreno, y más en épocas electorales, pero la conversación con amigos, familiares o conocidos que incluso parecen no compartir nuestras ideas, puede ser una magnífica oportunidad de hacer visibles los errores que nos llevan a tomar malas decisiones. En un presente donde se te indica que lo más importante es lo individual, tener una mirada más arraigada a las conexiones, nos permite un intercambio de proyectos a futuro, más incluyente.

 ¡Qué nada eclipse tu pensamiento!

POR SARA MORGAN
@MORGANSAREL
CONSULTORA LABORAL
DIRECTORA DE EQUITY JOB LAB

PAL