Entender el cambio de paradigma de una protección civil reactiva a la gestión integral de riesgos de desastre, pasa por el tamiz de fortalecer las acciones preventivas en escuelas, casa, oficinas, hospitales y en todos los inmuebles que estén expuestos a algún tipo de riesgo.
Los fenómenos perturbadores se clasifican en naturales (generados por la naturaleza) y antropogénicos (provocados por el ser humano). En los fenómenos perturbadores naturales están los de origen hidrometeorológicos y los geológicos, entre ellos, inundaciones, ciclones tropicales y sismos.
Los fenómenos antropogénicos son los sanitario-ecológicos (COVID-19), químico-tecnológicos (incendios, explosiones) y socio-organizativos (como marchas, bloqueos, delincuencia organizada).
Los hospitales forman parte de una infraestructura estratégica que tiene una doble tributación ante la sociedad: garantizar la continuidad de los servicios médicos y gestionar sus propios riesgos.
En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es necesario que la reducción de riesgos contemple no sólo hospitales, sino almacenes, delegaciones estatales, guarderías, oficinas de recaudación, centrales de mezcla, etcétera.
La Ley General de Protección Civil (2012) establece que la gestión integral de riesgos debe contemplar fases anticipadas a la ocurrencia de un fenómeno perturbador: identificación de los peligros y la exposición para plantear escenarios y mecanismos de prevención o mitigación de riesgos. Estos escenarios se denominan simulacros.
Anualmente en México se organizan dos simulacros nacionales, cuyo objetivo es brindar los conocimientos necesarios y medidas básicas a la ciudadanía; el 19 de septiembre de 2023, la Coordinación Nacional de Protección Civil instruyó a los Sistemas Estatales de Protección Civil que realizaran su simulacro diferenciando tres hipótesis: sismo, huracán e incendio.
El objetivo de realizar simulacros es que conozcamos las acciones de preparación que debemos realizar, como ruta de evacuación, tiempo, traslado.
En el IMSS contamos con dos mil 280 unidades internas de Protección Civil integradas por personal en los diferentes turnos. Reciben capacitación para conocer las acciones que cada brigada debe realizar. Ninguno de nuestros inmuebles está exento de algún riesgo, por lo que el director general del Instituto, maestro Zoé Robledo, encabeza la Unidad Institucional de Protección Civil.
La clave de la resiliencia en la sociedad es tomar conciencia de que vivimos en un país con una riqueza en biodiversidad, pero también que enfrenta muchos fenómenos perturbadores, lo que nos obliga a adoptar medidas de autoprotección para salvaguardar la vida.
POR: DRA. ELIZABETH HERNÁNDEZ BORGES
TITULAR DE LA COORDINACIÓN TÉCNICA DE PROTECCIÓN CIVIL
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