ORBITANDO

Maduro blinda su reelección

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se encuentra en plena campaña para buscar otra reelección

OPINIÓN

·
Israel López Gutiérrez / Orbitando / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se encuentra en plena campaña para buscar otra reelección, el próximo 28 de julio. Pero su meta no es tratar de conquistar el voto venezolano, eso no le interesa, sus esfuerzos se centran en quitar de en medio a todos los opositores reales. 

A Maduro no le importan las críticas del exterior, que cada vez son mayores e inclusive de sus propios aliados en la región, por todas las marrullerías que ejecuta contra la oposición. El asunto es no perder el poder que le heredó hace 11 años su mentor político, Hugo Chávez.  

Poco importa que durante sus mandatos la descomposición social se haya agudizado y provocado un éxodo de unos siete millones de venezolanos; la pérdida del liderazgo petrolero y la devaluación del bolívar se consolidaron. Por otro lado, el trasiego de droga en Venezuela se afianzó. 

En 2019, el Presidente chavista supo sortear la embestida de Juan Guaidó, quien se autoproclamó mandatario de Venezuela con el apoyo de más de 50 países, entre ellos Estados Unidos –que implementó una serie de medidas económicas y energéticas para bloquear el gobierno de Maduro–.

Pero la invasión de Rusia a Ucrania provocó que Washington descongelara algunos de los activos económicos y energéticos de Caracas, bajo la necesidad de cubrir la demanda de petróleo que provocó el bloqueo de Occidente a Moscú.

A cambio del descongelamiento, Maduro aceptó dialogar con la oposición para sentar las bases de una nueva elección. Luego le dio atole con el dedo a EU, impuso sus condiciones y bloqueó a las candidaturas de los verdaderos opositores, léase María Corina Machado.   

A ese oxígeno que necesitaba Maduro se sumó la llegada de Gustavo Petro al poder en Colombia, que como principio de cuentas abrió la frontera entre ambos países (relajando el trasiego de todo, incluso de la droga) y la migración; además, reinstalaron las relaciones diplomáticas.

No se diga del retorno a la Presidencia de Brasil por parte de Luiz Inácio Lula da Silva, uno de los aliados más importantes del chavismo, de los mejores amigos y aliados de Hugo Chávez, pero con Maduro las cosas son diferentes, la lejanía comienza a ser notable. 

Ambos presidentes, que hasta ahora habían estado entre los principales valedores en la escena internacional de Maduro, criticaron que no se haya permitido la inscripción de la candidatura presidencial de la opositora Corina Yoris, quien buscaba relevar a la inhabilitada Machado, un hueso duro de roer para el chavista.

Solo dejó que se registraran opositores a modo, Manuel Rosales y otros nueve desconocidos. La Plataforma Unitaria Democrática (a la que pertenece Machado) logró colar de manera provisional al exembajador Edmundo González Urrutia.  

A las marrullerías de Maduro se suma un dispositivo para frenar el voto en el extranjero, con una andanada de trabas para poderse registrar: es sufragio enemigo. Falta ver qué más viene, lo único seguro es que como van las cosas habrá Maduro para rato. 

POR ISRAEL LÓPEZ GUTIÉRREZ
COLABORADOR
ISRAEL.LOPEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM

MAAZ