PERISCOPIO

Tsunami ciudadano

Ambiciosa meta de participación ciudadana se ha fijado el Instituto Nacional Electoral (INE)

OPINIÓN

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Raymundo Sánchez Patlán / Periscopio / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Ambiciosa meta de participación ciudadana se ha fijado el Instituto Nacional Electoral (INE), presidido por Guadalupe Taddei, para la elección del próximo 2 de junio, la más grande de la historia del país, con 20 mil 700 cargos en juego.

La estimación moderada es que rebase 70 por ciento, pero la optimista es que se llegue incluso a alcanzar el récord de 77 por ciento, registrado en los comicios presidenciales de 1994, año en que el magnicidio de Luis Donaldo Colosio convulsionó la política nacional.

“¿A qué aspiramos? Pues a estar por arriba de 70 por ciento de la participación ciudadana”, ha comentado la presidenta del INE.

Y sí. Nada descabellado resulta pensar que las presidenciales de este año superarán el promedio de 63 por ciento (décimas más, décimas menos) de las elecciones presidenciales de lo que va de este siglo XXI.

Por ejemplo, la encuesta de Poligrama/El Heraldo de México publicada ayer, revela que 76.6 por ciento de los ciudadanos afirman que sí verán el debate de este domingo entre las candidatas Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, y el candidato Jorge Álvarez Máynez.

Varios expertos en demoscopia aseguran que el interés en los debates electorales es proporcional a la intención del voto; es decir, que el porcentaje de votantes que sigue los cara a cara entre los candidatos seguramente acudirá a las urnas el día de los comicios.

Si es así, estamos hablando de que votarían alrededor de 75 millones 899 mil 891 ciudadanos, de los 99 millones 86 mil 20 inscritos en la lista nominal.

De acuerdo con la misma encuesta, 60.3 por ciento de los que verán el debate no cambiará su decisión sobre quién votar, independientemente de lo que ocurra. En cambio 39.7 por ciento dijo que el encuentro entre los aspirantes sí podría hacerlo modificar el sentido de su sufragio.

Eso significa que el voto de 45 millones 767 mil 634 mexicanos ya está decidido y nada podrá hacerlos cambiar de opinión. Pero en los poco menos de dos meses que faltan para la jornada electoral, 30 millones 132 mil 256 electores sí podrían modificar su decisión sobre qué nombre tachar en la boleta. 

Para dimensionar este último dato, estamos hablando de que el número de votantes que pueden inclinar la balanza en la presidencial, serían más que los 30 millones 113 mil 483 votantes que hicieron ganar en 2018 al actual presidente Andrés López Obrador.

Lo que se traduce en que nada hay para nadie todavía, y que aquello de que la elección presidencial “está decidida” no es otra cosa que una idea que desde el oficialismo se busca sembrar en la sociedad para inhibir el voto. 

Porque una alta participación ciudadana, como la que prevé el INE, entorpecería cualquier intento de hacer trampa (comprar o coaccionar el voto, carruseles, ratones locos, embarazo de urnas, etcétera).

Y, ciertamente, nada hay más efectivo que una copiosa participación ciudadana para proteger a nuestra amenazada democracia y para legitimar a quien gane la elección.

POR: RAYMUNDO SÁNCHEZ PATLÁN

RAYMUNDO@ELHERALDODEMEXICO.COM 

@R_SANCHEZP

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