COLUMNA INVITADA

Crueldades obsoletas en tiempos modernos: Las “terapias de conversión” de orientación sexual e identidad de género

Para muchos de nosotros, hablar de prácticas para “curar”, “corregir” o “cambiar”

OPINIÓN

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Alejandra Lagunes / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Para muchos de nosotros, hablar de prácticas para “curar”, “corregir” o “cambiar” la orientación sexual o identidad de género de alguien nos parece algo de la Edad Media. Algunas personas, sobre todo las nuevas generaciones, tal vez ni siquiera hayan escuchado de lo que hoy se conoce como ECOSIG ("Esfuerzos por Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género"), y quizás incluso se nos vengan a la mente procedimientos médicos como la lobotomía, que implicaba cortar conexiones en el lóbulo prefrontal del cerebro, que en la mitad del siglo XX era considerado un tratamiento de vanguardia para enfermedades mentales.

Con el tiempo, la naturaleza cruel, inhumana y degradante, así como las devastadoras consecuencias de la lobotomía, se hicieron evidentes. Este oscuro capítulo en la historia médica sirve como un agudo recordatorio de que algunas prácticas, que en el pasado se consideraron aceptables, pueden ser reconocidas más tarde como arcaicas e inhumanas – con todo el daño que eso supone.

Y aunque nuestras sociedades hayan superado la era de la lobotomía, hoy, aunque parezca algo de una película de ficción, nos encontramos en una encrucijada similar con prácticas como los ECOSIG, a pesar de que hace tiempo, 33 años para ser exactos, la OMS eliminó la homosexualidad de su listado de enfermedades mentales y a pesar también de que organizaciones como Naciones Unidas han condenado dichas prácticas, que han catalogado como tortura.

La realidad dañina de ECOSIG

Las prácticas de ECOSIG, que van desde "terapias" psicológicas hasta abuso físico, se basan en la falsa premisa de que ser LGBTTTIQ+ es un trastorno que necesita corrección. Estas prácticas no solo fracasan en su objetivo declarado, sino que infligen un daño psicológico y físico profundo. Las personas sobrevivientes a menudo reportan efectos a largo plazo, que van desde depresión, ansiedad y un sentido fracturado de autoestima, hasta síntomas en el plano físico, que ocurren como consecuencia de estas experiencias traumáticas.

En camino hacia la prohibición de los ECOSIG en México

Aunque las prácticas de ECOSIG ya han sido desacreditadas y condenadas a nivel internacional, en México todavía estamos en proceso de prohibirlas. La iniciativa para reformar el Código Penal y la Ley General de Salud, que presentamos las senadoras Patricia Mercado, Citlali Hernández y yo, se aprobó en el Senado el 11 de octubre de 2022.

El 22 de marzo de este año, la Cámara de Diputados aprobó la sanción de estas prácticas - un hecho no menor que resulta un paso significativo, por no decir histórico, hacia la consolidación legal de dicha prohibición.

Ahora, el desafío para el Senado, será asegurar que se materialice esta prohibición en nuestro marco jurídico y que este logro forme una pequeñísima parte de la reparación del daño que se le debe a la comunidad LGBTTTIQ+. Una deuda por cierto histórica que como país tenemos frente a esta comunidad, ya que como Estado estamos obligados a proteger, respetar y garantizar sus derechos, al igual que el de cualquier otra persona.

¿Qué Sigue?

Llevar a cabo esta importante discusión en el Senado de la República. ¿Mi intención? Que nuestras leyes reflejen el tipo de sociedad que somos: una sociedad diversa e inclusiva, integrada por personas sin miedo y resentimiento hacia una sociedad que no les permite ser.

La historia del ascenso y caída de la lobotomía enseña una lección crucial: lo que hoy puede ser una práctica aceptada puede ser el arrepentimiento del mañana. La lucha contra ECOSIG no es solo acerca de prohibir prácticas dañinas, sino también es una batalla por el reconocimiento de que se ha violentado la dignidad de la comunidad LGBTTTIQ+ todos estos años, al mismo tiempo que una batalla que busca fortalecer el respeto y la aceptación de estas personas.

POR ALEJANDRA LAGUNES SOTO RUIZ

SENADORA DE LA REPÚBLICA

@ALELAGUNES

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