CONTRA LAS CUERDAS

¿Qué aporta PISA?

PISA es un ejército que bien podría caer en la categoría de rendición de cuentas

OPINIÓN

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Alejandro Sánchez / Contra las Cuerdas / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El martes de la semana pasada comenzaron los rumores sobre la decisión del gobierno de México de abandonar PISA, que se reforzaron con la carta que Andreas Schleicher, director de OCDE y encargado de la prueba, dirigió a la Comisión para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) sobre cómo avanzar la participación del país en la edición 2025.

Consulté al comisionado de la Junta Directiva de Mejoredu, Oscar del Río Serrano, quien explicó el fin de la prueba y algunos detalles de la edición 2025: PISA (Programme for International Student Assessment) evalúa las habilidades y conocimientos de las y los estudiantes de 15 años en matemáticas, lectura y ciencias de los miembros de la OCDE y de otros países. México ha participado en todas las ediciones de PISA desde el 2000, que se había aplicado de manera trianual, pero a raíz de la pandemia, se decidió que sería cada cuatro años. Hace unos días comenzó la prueba piloto de la novena edición de PISA; países como España comenzaron a aplicarla el 11 de abril, mientras que los que manejan el ciclo escolar enero-diciembre, la llevarán a cabo a inicios del próximo año. 

Oscar del Río señaló que los resultados de las evaluaciones internacionales, notoriamente de PISA, suscitan una discusión nacional sobre la situación de los sistemas educativos nacionales, pues ponen énfasis en tres cuestiones: el crecimiento en niveles de aprendizaje de los estudiantes; la desigualdad en los niveles de aprendizaje, y la inequidad en la infraestructura y materiales educativos. 

En efecto, apunta Del Río, PISA es un ejercicio que bien podría caer en la categoría de rendición de cuentas, pues los medios, la opinión pública y la sociedad en general reconocen o reclaman avances en el desempeño de las y los estudiantes, presionando a los tomadores de decisiones a realizar cambios para lograrlo. 

El comisionado recordó que en países como Dinamarca, Japón y Suecia se han promovido políticas públicas aprovechando la ventana de oportunidad que abre la publicación de los resultados de PISA. En Alemania, por ejemplo, después de la primera evaluación hubo un intenso debate, conocido como el “PISA shock”; gracias a lo cual se aprobaron una serie de reformas, incluyendo el establecimiento de estándares nacionales para los gobiernos locales. También en Colombia y Turquía, tras las discusiones mediáticas provocadas por los resultados de cada edición de PISA, se han impulsado reformas en materia educativa. 

El comisionado mencionó también que el cuestionario contextual que acompaña a la prueba PISA proporciona información valiosa que permite correlacionar factores del entorno escolar o social y de personalidad del estudiantado con un buen desempeño escolar, y dado que ésta se efectúa en decenas de países, se toman en cuenta tendencias a gran escala considerando la economía de los estados participantes.

En América Latina, alrededor de la mitad del estudiantado se encuentra por debajo del nivel 2 de competencia en lectura (los resultados de PISA se dividen en 6 niveles; el 2 se considera el mínimo indispensable para contar con habilidades necesarias para desarrollarse en la sociedad). Con excepción de Perú, ningún país de la región ha logrado reducir el porcentaje de estudiantes por debajo del nivel 2. 

Ahora bien, gracias a PISA, se ha observado que existe una relación entre el índice de estado económico social y cultural de los estudiantes y su desempeño. No obstante, en el caso de México, los estudiantes con ventajas socioeconómicas superaron a los estudiantes desfavorecidos por 58 puntos en matemáticas, cuando la diferencia promedio entre los dos grupos en los países de la OCDE es de 93 puntos. Es decir, si bien el estatus socioeconómico es un fuerte predictor del rendimiento, en México lo fue menos (10% vs 15%).

Del Río señaló que, a lo largo de los ciclos de PISA se ha identificado -por ejemplo- que la calidad de los materiales escolares -incluyendo libros de texto-, así como la formación y capacitación docente tienen un impacto positivo en el rendimiento estudiantil.

Asimismo, el sentido de pertenencia y la percepción de seguridad en el entorno escolar tienen un impacto importante en el desempeño de los estudiantes, y que en general los estudiantes de escuelas privadas tienen mejores resultados que los matriculados en escuelas públicas, lo cual habla de la necesidad de incrementar la inversión gubernamental en impulsar la excelencia de la educación pública. 

El propósito ulterior de PISA es determinar en qué medida los estudiantes que están próximos a concluir la educación obligatoria han adquirido las habilidades fundamentales para defenderse en la vida adulta en este mundo globalizado; por ello no podemos pasar por alto la oportunidad de participar en esta evaluación; lo datos que arroja pueden sumarse al análisis nacional para la mejora educativa. Del Río señala que el debate público suele limitarse en los rankings entre países, pero los resultados de PISA, junto con la información del cuestionario contextual que le acompaña, proporciona información invaluable a las autoridades educativas y a quienes toman decisiones de política pública, que no debe desdeñarse y puede ser un complemento a las evaluaciones formativas nacionales. 

Uppercut: A fuerza quiere meter el PAN a Francisco Cabeza de Vaca al Congreso por dos razones: para tener fuero y para ir a recuperar la plaza político-económica de Tamaulipas. Nada más que los fallos del Tribunal Electoral son inapelables. Ahora bien, un juez amparó al exgobernador y dice que no es prófugo. Hay materia para los juristas. ¿Puede cambiarse el estado jurídico de Cabeza?

POR ALEJANDRO SÁNCHEZ

COLABORADOR

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@ALEXSANCHEZMX

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