MUJERES, S.A.

La violencia de todos los días

Violencia física, violencia verbal, violencia sexual, violencia, violencia, violencia. Cada experiencia de miedo e impotencia nos urge a tomar acción

OPINIÓN

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Claudia Luna / MUJERES, S.A. / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

La violencia nos alcanza en todos lados.  En la casa, en el trabajo, en redes y cada vez con mayor frecuencia, en los lugares públicos.  Es una realidad desgarradora y una manifestación de desigualdad, de poder desmedido y de una cultura que subestima y menosprecia el valor y la dignidad de las mujeres.

Aquí un ejemplo pequeñito: una mañana hace unos días, mientras tomaba mi primer y ritualístico café, me llamó una amiga, temblando de coraje. Como cada mañana, salió de su casa con sus perros y su bebé de 4 años al parque para perros de su fraccionamiento. Una de sus perras, una pointer gigante, Polly, es juguetona y brusca, pero nunca violenta. Después de un rato, llega al parque un señor con un pitbull, Polly corrió hasta el perrito y -sin lastimarlo- lo sometió, como hacen muchos perritos en los parques. Automáticamente, el señor, un hombre corpulento, empezó a gritarle a mi amiga: “si tu perra es así, amárrala pend*ja!!!” Mi amiga entre asustada y en shock trata de tranquilizar al señor diciéndole que Polly no es agresiva pero el señor continúa gritando, ahora amenazas de violencia física, todo esto frente a la niña de 4 años, obviamente asustadísima. El señor, quien por cierto iba acompañado de su esposa, seguía con su diatriba de insultos, gritos y ofensas y mi amiga decidió salir de  escena y regresar a casa. Afortunadamente, y restaurando mi fe en la humanidad, los otros vecinos intervinieron. Quiero aclarar que ningún perrito sufrió ningún daño y Polly siguió jugando con el resto de sus amigos perrunos. Puedo imaginar el sentimiento de impotencia, de confusión, de miedo, de coraje. 

¿Qué clase de sociedad construimos en la que a un hombre adulto le parezca que la respuesta adecuada a una intentona de juegos de un animalito, sea insultar y amenazar físicamente a una mujer, en presencia de su hija? ¿Qué clase de hombre es éste? No puedo dejar de pensar en la pobre mujer que es su pareja, en la violencia en la que viven sus hijos, sus compañeras de trabajo, sus dependientes. ¿Porqué toleramos hombres así? Si mi amiga fuera un hombre igualmente corpulento, ¿la reacción del señor hubiera sido la misma? Pareciera ser que algunos hombres sienten que tienen el derecho de violentar a cualquier mujer y es lo normal. Por ejemplo, todos aquellos hombres que les parece que tienen el derecho de gritar a las mujeres por la calle comentarios obscenos o incluso, insultos por la razón que sea (hace algunos días me contaban de una mujer de talla grande que sufrió insultos por parte de un señor-un adonis me imagino- que se sintió ofendido por la estructura corporal de esta mujer).

Nos ha tocado a todos ver escenas similares. De ninguna manera quiero decir que las mujeres estemos libres de culpa y nunca seamos violentas. Pero en este espacio quiero referirme específicamente a la violencia diaria que sufren las mujeres en manos de hombres con problemas de control de impulsos. Señores, ¿han sentido miedo de ser lastimados físicamente?, ¿han sentido la sensación de impotencia ante un agresor físicamente superior? Pues es algo que vivimos las mujeres todos los días en este país. Violencia física, violencia verbal, violencia sexual, violencia, violencia, violencia. Cada experiencia de miedo e impotencia nos urge a tomar acción. 

¿Qué nos toca hacer? Levantar la mano, no permitir que estas actitudes se entiendan como normales. Si somos testigos, llamar a la policía y cuando no se ponga en riesgo la seguridad propia, grabar, intervenir, publicar, señalar, confrontar. No podemos dejar que se consolide la idea de que a las mujeres se les puede increpar, insultar, humillar con total impunidad. Luchar contra la violencia de género es responsabilidad de todos. No hay ni equidad ni justicia si no erradicamos una cultura violenta contra las mujeres. Mandela nos dejó un encargo: "La libertad no puede lograrse a menos que las mujeres hayan sido emancipadas de todas las formas de violencia.” Rebelémonos en contra de la violencia en nuestros ámbitos. Depende de cada uno de nosotros.

POR CLAUDIA LUNA
FUNDADORA DE THINK PINK 
THINKPINK.MX

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