A FUEGO LENTO

Jalisco, una bomba de tiempo

El ambiente político y social se ha enrarecido por las elecciones, pero sobre todo por la inseguridad y la violencia que nadie ha sido capaz de frenar

OPINIÓN

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Alfredo González / A Fuego Lento / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Puerto Vallarta se ha convertido en tierra sin ley. El fin de semana fue asesinado Francisco Sánchez Gaeta, candidato del Partido Verde a síndico municipal, mientras que Yésica Zatarain, candidata de MC a diputada federal, sufrió un atentado a balazos del cual salió ilesa, el año pasado.

De acuerdo con los últimos reportes, Sánchez Gaeta se convirtió en la tercera víctima mortal en Jalisco, relacionada con el proceso electoral 2024.

El primero fue Jaime Vera, precandidato del PVEM a la alcaldía de Mascota, cuyo homicidio tuvo lugar el 1 de febrero.

El segundo fue Humberto Amezcua Bautista, candidato de Fuerza y Corazón por México (PAN, PRI y PRD) a la presidencia municipal de Pihuamo, Jalisco, quien fue asesinado el 16 de marzo, según reportó la organización Causa en Común.

Con el ataque de Sánchez Gaeta, se han registrado 39 asesinatos de actores políticos en todo el país, en lo que va del proceso electoral en curso, incluyendo aspirantes, candidatos, funcionarios y dirigentes.

Esto da cuenta de que el cuarto estado con mayor peso electoral vive una de las crisis de inseguridad más severas.

Jalisco está dominado por la delincuencia y el crimen organizado sin que exista alguien en la faz de la tierra capaz de frenar la ola de violencia y la impunidad con la que actúan los bandas criminales que, asociadas con grupos políticos, tienen patas para arriba a toda la entidad.

Agencias de inteligencia de México y Estados Unidos cuentan con un mapa muy detallado sobre las relaciones que existen entre grupos delincuenciales y actores políticos.

Lo extraño es que ninguna autoridad haya actuado. Por el contrario, parece que la administración estatal y federal los han solapado.

Enrique Alfaro dejará el gobierno de Jalisco con un crecimiento potencial de uno de los grupos del narcotráfico más poderosos del país y de una parte importante de Sudamérica.

Dirán en la Perla Tapatía que la delincuencia organizada y el narcotráfico son temas que atañen al gobierno federal. Pero el gobierno local hizo muy poco para colaborar con la federación. Los resultados están a la vista de todos.

El proceso electoral ya se tiñó de sangre. Y todavía falta poco más de un mes para las elecciones. Así es que no podemos cantar victoria.

Los ánimos están muy exacerbados, lo que hace pensar que muchos adversarios políticos, con intereses oscuros, seguirán buscando dirimir sus diferencias  a punta de pistola.

Lo único claro es que, a nivel estatal, parece que las cosas ya están muy definidas. Pablo Lemus, de MC, se perfila como el ganador de las elecciones por encima de la morenista, Claudia Delgadillo.

En Guadalajara, la disputa está cuerpo a cuerpo entre la emecista Verónica Delgadillo y el morenista Chema Martínez, con una ligera ventaja para él, según las encuestas recientes, como la que se publica hoy en El Heraldo de México.

Como sea, gane quien gane las elecciones del 2 de junio, sus próximos gobernantes en Jalisco, Guadalajara o Puerto Vallarta tendrán uno de los mayores desafíos de los últimos tiempos porque, nunca como ahora, la entidad ha estado sumida en una crisis tan severa de inseguridad y violencia.

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MIENTRAS LAYDA SANSORES no halla cómo salir de la crisis política y social en la que sumió a Campeche, Movimiento Ciudadano se frota las manos porque todo apunta a que Eliseo Fernández, candidato a senador de la República, va que vuela para ganar la elección.

Después de Jalisco y Nuevo León, la dirigencia del partido naranja tiene a Campeche como la tercera entidad de mayor competitividad en todo el país, por lo que preparan a sus huestes para que en breve puedan tomar la plaza, después del rotundo fracaso de Sansores y los priistas. Incluso, dicen, antes de que concluya la gestión de Layda. 

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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “La indiferencia en la política es como dejar una bomba de tiempo en la sala de estar y esperar que nadie la note”.

POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO

ALFREDO.GONZALEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM           

@ALFREDOLEZ

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