El pasado 22 de abril del año en curso, el presidente López Obrador publicó un segundo decreto (el primero fue publicado el 15/08/2023 para establecer aranceles temporales, de entre 5% a 25%, a la importación de mercancías clasificadas en 392 fracciones arancelarias) en el ejercicio de la facultad extraordinaria conferida en el artículo 131 constitucional.
Ahora se establecieron aranceles temporales, de entre 5% a 50%, a la importación de mercancías clasificadas en 544 fracciones arancelarias. Las razones:
1) Que de 2018 a 2023, las cadenas productivas nacionales relacionadas con los aranceles temporales se han visto afectadas por la desaceleración en el crecimiento económico ocasionada por conflictos geopolíticos y comerciales, lo cual afecta su competitividad en los mercados, así como la subsistencia del empleo de miles de personas, por lo que las industrias mexicanas requieren un periodo de ajuste para su recuperación, para salvaguardar el equilibrio del mercado global.
2) Acciones concretas que permitan una interacción “equilibrada” del mercado para evitar distorsiones económicas que puedan afectar la relocalización de los sectores productivos considerados “estratégicos” para el país, así como la atracción de nuevas empresas e industrias de alto valor agregado, como es el caso de la “relocalización” (nearshoring) (aunque “relocalización” (back-shoring) es más bien interpretado como el retorno al lugar del origen industrial, en este caso a los EU), que tiene por objeto acercar la producción de las mercancías a los territorios de consumo.
3) Si se tiene un tratado en materia comercial, no hay afectación.
4) Para evitar la afectación de las cadenas productivas y que se mantenga la competitividad en los sectores industriales más sensibles como lo son el eléctrico, electrónico, automotriz y el de autopartes, resulta necesario mantener el -beneficio arancelario- de los Programas de Promoción Sectorial para los diversos productos “siderúrgicos”, conforme al artículo 3º transitorio del decreto.
Ambos decretos cuentan con la “opinión” de la Comisión de Comercio Exterior (Cocex). Las claves para justificar las razones de los aranceles se encuentran en la opinión de la Cocex, información que no es pública por cuestiones de daño a la seguridad nacional y a las actividades estratégicas para el desarrollo científico y tecnológico; sin embargo, la Comisión Federal de Competencia Económica se pronunció -en contra- del primer decreto sobre las 392 fracciones arancelarias, por ser una política comercial contraria a la visión de competencia; independientemente de contraer y reducir la producción, la inversión y el empleo en el conjunto de la economía (Blog-FMI, Maurice Obstfeld)
En el contexto de la guerra comercial entre EU y China, estos decretos atemporales sugieren que México está tomando posición a favor de los EU y en contra de China, cuando México siempre se ha mostrado imparcial, aprovechándose estratégicamente de ello.
POR MIGUEL ÁNGEL MARMOLEJO
COLABORADOR
PAL