DESDE AFUERA

Prominencia preocupante

Las crisis de migración y fentanilo, acompañadas por los reportes sobre violencia hacen que México esté en el centro de atención de Washington

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

WASHINGTON. Para bien o para mal, México se encuentra ahora en la agenda de EU.

No es que nuestro país haya sido o dejado de ser importante. Como nación fronteriza, siempre lo ha sido. La integración económica y social le ha dado mayor relevancia aún. 

Pero la atención de Washington, centro de la burocracia y los políticos estadounidenses, está normalmente en otras cosas, y cuando se trata de política exterior habitualmente se enfoca en zonas consideradas de riesgo como Europa, Medio Oriente, Asia menor, extremo oriente.

La atención estadounidense por lo regular se dirige, o si se quiere así, se convoca sobre lo que considera como problemas reales.

Pero las crisis paralelas de migración y fentanilo que componen el tema de seguridad fronteriza, acompañadas por los constantes reportes sobre problemas de violencia hacen que México esté de repente en el centro de atención de Washington.

Es en parte resultado de los años que ya lleva el Partido Republicano y algunos otros machacando sobre la situación y el accionar de los cárteles del narcotráfico en México.

No es algo nuevo. De alguna forma, puede remontarse hasta el secuestro y asesinato del agente antidrogas Enrique Kiki Camarena en 1985. Por las dificultades que tuvo el gobierno mexicano para detener a los responsables y las complicaciones para deportar al considerado jefe principal del llamado cártel de Guadalajara, Rafael Caro Quintero.

Tampoco es nuevo. Ya en las últimas dos décadas del siglo XX y los años primeros de este siglo se hablaba de la proliferación de cárteles y luego del impacto de esos grupos en la seguridad pública del país, incluyendo los temas de matanzas y desafíos reales al gobierno federal y el control de partes del país.

Pero nunca como ahora, con el advenimiento del fentanilo y su penetración literalmente en todo el país, de una forma tan profunda y violenta que rebasó a la metadona, la cocaína, la heroína o la marihuana.

La mortalidad por la droga alarma a los políticos de todos los niveles estadounidenses y para ellos, México es el responsable más directo.

Y si se agrega la marea de migrantes que han llegado a EU los últimos años, la paranoia que parece engranada en la cultura estadounidense y el clima político existente, no es un accidente que México esté literalmente en el ojo de un huracán político.

La cultura popular coloca a los mexicanos como villanos más frecuentemente y agrega a la percepción colectiva y la presión sobre los políticos para "hacer algo". 

Y si se agregan conflictos comerciales que además tienen un ingrediente chino, y divergencias diplomáticas –menos por la relación con Cuba que el acercamiento con Venezuela y Nicaragua–, en momentos que los dos países se encuentran en medio de las que parecen contenciosas y polarizadas campañas electorales, resulta fácil ver por qué México parece estar ahora en la agenda de Washington. Una agenda de crisis.

POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS 

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM               

@CARRENOJOSE

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