HIEL Y MIEL

La santa vida

Resulta asombroso que Jenaro Villamil, actual encargado de despacho de la Televisión Pública, se atreva a una "broma" tan perniciosa

OPINIÓN

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Tere Vale / Hiel y Miel / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Durante la actual administración han sido asesinadas más de 185 mil personas y el sexenio de AMLO aún no se ha terminado. La cifra resulta impactante. Son cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, es decir, oficiales. Las cosas ya iban mal pero como diría Murphy: todo lo que puede empeorar, empeora. Con Calderón hubo 121,613 homicidios y en el sexenio de Peña Nieto 157,158. Cómo dice el refrán, éramos muchos y parió la abuela.

En medio de esta muy delicada situación, me resulta asombroso que Jenaro Villamil, actual encargado de despacho de la Televisión Pública, se atreva a una “broma” tan perniciosa como ligar el culto de la Santa Muerta (cualquier cosa que eso sea) con un machismo tóxico que involucra al presidente de nuestro país. El llamado “meme” es evidente que estaba dedicado a los jóvenes de México.

Desde el punto de vista psicológico, la llamada primera juventud constituye un período del desarrollo en que la violencia puede mostrarse sin inhibiciones y, si no se toman medidas necesarias, con más y más intensidad. Conocer las características de estos comportamientos debería ayudar a la generación de políticas públicas y acciones preventivas orientadas a los grupos de edad más vulnerables. Algunos niños presentan conductas problemáticas desde la edad preescolar que pueden irse agravando hasta llegar a formas más severas de agresión en la pubertad y la adolescencia.

Entre 20% y 45% de los varones y entre 47% y 69% de las niñas que son delincuentes juveniles violentos a la edad de 16 o 17, han sido niños “problema” o niños agresivos durante sus primeros años y esta conducta puede persistir durante toda su vida. Un porcentaje significativo de adolescentes continúan teniendo comportamientos violentos hasta la edad adulta, con problemas con la ley y conductas abiertamente delictivas. Todo lo anterior sin tomar en cuenta la fuerte presencia y capacidad de seducción del crimen organizado a lo largo y ancho del territorio nacional.

Estudios realizados en centros de investigación psicológica en distintas partes del mundo muestran que 59% de los jóvenes detenidos por delitos violentos antes de los 18 años fueron arrestados nuevamente cuando ya eran adultos y 42% de estos delincuentes fueron procesados por al menos un delito grave, como homicidio, asalto con violencia o violación.

Quienes son más agresivos durante la niñez, tienden a ser más agresivos en las siguientes etapas de su vida. Eso está sucediendo en México por un conjunto de factores que no se están atendiendo sino más bien se están exacerbando.

Los adolescentes buscan reafirmarse y se enfrentan a la autoridad para sentirse individuos y no apéndices de sus padres. Si estas conductas normales se tornan violentas y son promovidas por una sociedad que desprecia la vida y alienta la falta de respeto a la ley, entonces estamos en problemas.

Una sociedad que asocie el bienestar con la no violencia es lo que necesitamos para nuestra juventud. Respeto a la Santa Vida y rechazo a la muerte, santa o no.

POR TERE VALE

COLABORADORA

@TEREVALEMX

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