CIUDADES SUSTENTABLES

Clara, la ciudad y la economía

Las estrategias de Brugada son el caminito para poner a la CDMX en la ruta de aprovechar el nearshoring

OPINIÓN

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Vidal Llerenas / Ciudades Sustentables / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

La Ciudad de México por una buena temporada económica. El PIB creció en un 4.3% en 2023, mucho más que el promedio nacional, y atrajo alrededor del 30% de la inversión extranjera del país.

La ciudad se recuperó de la crisis de Covid, por lo que sectores como el restaurantero, el de espectáculos, el turismo de negocios, las industrias creativas y las actividades corporativas tienen un repunte importante.

A eso se suman otras actividades relevantes de la economía de la ciudad que muestran cierto dinamismo, como los servicios financieros y los ligados a la tecnología.

Ahora, la ciudad requiere de nuevos motores económicos para el futuro, la nueva economía demanda generar condiciones para atraer inversión en otros sectores, con empleos de mayor valor agregado.

Recientemente, la candidata Clara Brugada, en la zona industrial de Vallejo, presentó una estrategia de política industrial para generar inversión y empleo en sectores que van a tener dinamismo. Uno es la logística.

La ciudad cuenta con una de las aduanas con mayor tráfico del país, un nodo de comunicación entre los principales puertos del pacifico y las fronteras del norte de México. Es posible aprovechar mejor esa ventaja comparativa de la ciudad con más centros de distribución de última milla, de alta tecnología, pero también con procesos industriales que agreguen valor a las mercancías que llegan para ser distribuidas. 

Pantaco, que es básicamente un receptor de mercancías e insumos de importación, se puede convertir en un centro exportador, potencialmente de productos de alto contenido tecnológico ligados a los procesos de relocalización de inversión de Asia a Norteamérica.

Desde Vallejo es posible enviar por tren mercancías directamente a centros logísticos del interior de Estados Unidos, es decir sin pasar por las complejas aduanas de Nuevo Laredo o Mexicali.

Eso se puede lograr si se fortalecen esfuerzos ya iniciados, como el centro de innovación de la zona, y otras medidas como la depreciación acelerada de activos, con fines fiscales, de las inversiones de alta tecnología.

Otra vocación de la zona tiene que ser la de incentivar servicios de alto valor tecnológico, también ligados a las dinámicas económicas de América del Norte, como los de análisis clínicos remotos, los de datos, la programación, los relacionados con creatividad, finanzas y servicios digitales, así como los denominados contact centers.

Para ese propósito se pueden replicar experiencias como la de Tecno Parque, el parque industrial de servicios en donde las principales empresas del país realizan operaciones que no tienen que ser realizadas en sus oficinas corporativas, como las  contables, las de análisis financiero o las de contacto con los clientes.

Se requiere también de acciones para capacitar las y los jóvenes en las habilidades que estas industrias demandan y apoyar los emprendimientos, especialmente los relacionados con tecnología y creatividad.

Esas dos estrategias, planteadas por Brugada, son el caminito para poner a la ciudad en la ruta de aprovechar el famoso nearshoring y, sobre todo, mantener el dinamismo y la creación de empleo de calidad en la capital.

POR VIDAL LLERENAS

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@VIDALLERENAS

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