Faltando tan sólo dos años para su inicio, el Mundial de la FIFA 2026 se presenta como un hito monumental para México y sus tres ciudades que serán anfitrionas de algunos de los partidos que definirán al campeón de la próxima edición del torneo deportivo más visto en todo el mundo.
Con un impacto económico sin precedentes, impulsado por la llegada masiva de aficionados, la promoción turística y las oportunidades comerciales que conlleva, se proyecta que este evento genere ingresos que superen los 11.000 millones de dólares.
Por ello, considero oportuno hablar sobre los retos y desafíos que tendrán que enfrentarse los gobiernos de aquellas candidatos y candidatas que resulten ganadores en los comicios de este dos de junio.
Específicamente quiero centrarme en el caso de la Ciudad de México, cuyo gobierno no sólo tendrá que asegurar las condiciones que no son pocas y sencillas sino aprovechar las oportunidades que genera ser el anfitrión de un evento deportivo de esta magnitud.
En el caso de la abanderada por la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, Clara Brugada, presentó hace unos días una sólida agenda deportiva en la Ciudad de México.
Ante diversos sectores, desde deportistas hasta padres de familia y organizaciones, Brugada Molina expuso los planes para impulsar la infraestructura deportiva, aumentar becas para atletas profesionales y posicionar a la ciudad como una potencia deportiva nacional e internacional.
En el marco del Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, la candidata para gobernar la CDMX, reafirmó su compromiso de convertir a la Ciudad de México en un referente deportivo, fomentando la participación comunitaria, la inclusión de personas con discapacidad y el desarrollo de instalaciones innovadoras.
Su visión incluye la promoción del deporte desde la infancia, con programas en todas las escuelas públicas, y la organización de eventos deportivos en todo los barrios y comunidades de la Ciudad de México.
“Queremos convertirnos en la ciudad capital del deporte. Tendremos el mejor Mundial de Futbol en el 2026 y será pretexto para desatar una estrategia deportiva a lo largo y ancho de la ciudad, nos vamos a convertir en una potencia deportiva y vamos a hacer que el deporte haga a la Ciudad de México una potencia internacional” fueron las palabras que Brugada Molina se comprometió a materializar bajo un esquema de gobernanza deportiva, colaborando con el gobierno federal, las alcaldías y la sociedad civil.
Su enfoque integral no solo busca el éxito deportivo, sino también la promoción de valores de paz y solidaridad para fortalecer el tejido social a través del deporte.
En este sentido, la visión de Clara Brugada para el deporte en la Ciudad de México parte, en un primer momento, de asegurar el éxito en el Mundial de la FIFA 2026 y dejar un legado duradero que transforme la vida de sus habitantes y consolide a la ciudad como una potencia deportiva a nivel nacional e internacional. El balón ya está en movimiento, y Brugada Molina busca convertirlo en un símbolo de progreso y unidad para la ciudad y el país.
En paralelo, el reto de organizar el Mundial de la FIFA 2026 no es solo una oportunidad para México a nivel nacional, sino también un desafío local para la Ciudad de México, especialmente en lo que respecta al Estadio Azteca y la gestión de Clara Brugada como posible jefa de gobierno.
La evaluación negativa de la FIFA sobre el estado del Estadio Azteca plantea serias preocupaciones sobre la capacidad de la ciudad para cumplir con los estándares exigidos para ser un anfitrión exitoso.
La necesidad de modernizar la infraestructura del estadio, mejorar la conectividad y garantizar la seguridad son desafíos urgentes que requerirán un liderazgo sólido y una planificación estratégica por parte de las autoridades locales.
Además, la movilidad, el transporte público y el ambulantaje representan un desafío significativo que debe abordarse de manera urgente. En este sentido la Ciudad de México se juega el prestigio y su imagen ante los ojos del mundo.
En última instancia, en caso de resultar ganadora, Clara Brugada tiene la oportunidad de dejar un legado duradero en la historia deportiva de México si logran superar estos desafíos y aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece el Mundial de la FIFA 2026.
Con un enfoque centrado en el bienestar de la población y un compromiso inquebrantable con el éxito del evento, tienen el potencial de convertir el Mundial en un catalizador para el desarrollo social, económico y deportivo de México y la Ciudad de México. El balón está en su cancha.
POR FRANCISCO VALLEJO GIL
LICENCIADO EN DERECHO Y EXPERTO EN COMUNICACIÓN ESTRATÉGICA
@FVALLEJOGIL
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