COLUMNA INVITADA

Radiografía de una infamia

La divisa de la ONU y su admirable propósito va a la baja, pues se gobierna con una visión de castas

OPINIÓN

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Diego Latorre / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El pasado 18 de abril, en la votación, a propuesta de Argelia, Estados Unidos ejerció su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para impedir que Palestina obtuviera la membresía plena como Estado en Naciones Unidas: 12 países votaron a favor, el Reino Unido y Suiza se abstuvieron.

En realidad, no hay ambigüedad en el hecho de que la administración Biden viola flagrantemente el Derecho Internacional con su apoyo a la brutal guerra, con “plausible genocidio” incluido, de Israel en Gaza. A nadie parece importarle. Y si se busca bien, en todo esto hay un pequeño y triste secreto: el “estado de derecho” en boca de Occidente, realmente no importa.

El ejercicio del poder de veto estadounidense en el Consejo de Seguridad para anular el intento ampliamente apoyado de Palestina de reconocerse como un Estado pleno ante la ONU, es una infamia que quedará en la historia de la “democracia más añeja del mundo”, pero, sobre todo, hace evidente el miserable y fracasado sistema de control del Consejo de Seguridad; la divisa de la ONU y su admirable propósito va a la baja, pues se gobierna con una visión de castas: “todos somos iguales, sólo que hay unos más iguales que otros”.

¿Cómo explicar entonces el silencio y las flagrantes violaciones al Derecho Internacional durante meses de Israel en Gaza? Las vidas palestinas no valen y lo más inconcebible es ¿por qué? ¿Por qué tanto odio a un pueblo en particular? No solo Occidente, también sus “hermanos” árabes han dejado a Palestina a merced de un mar violento e iracundo llamado sionismo.

Después de seis meses, la guerra ha convertido a Gaza en un “infierno humanitario”, atizado por la farsa de las potencias occidentales que con una mano pontifican y con la otra alimentan arsenales de guerra. Ellos son los que no han impulsado un alto al fuego, urgente y necesario, que aliviaría, sin lugar a dudas, las tensiones en Oriente Medio.

Durante estos meses incomprensibles, hay evidencia contundente que sostiene, más allá de una duda razonable, la existencia de actos criminales por parte del Estado de Israel que son y tienen intención deshumanizante, de limpieza étnica, de ser una guerra contra la población civil de Gaza: ciudad sitiada, masacrada, hambrienta, que ha visto su infraestructura destruida de manera sistemática. También somos testigos de la valentía de un pueblo honorable y humilde que resiste bajo condiciones apocalípticas.

Parafraseando a Gandhi, el compromiso de Estados Unidos con el respeto al Derecho Internacional sería, ciertamente, una buena idea. Pero como lo demuestra su rotundo silencio ante las violaciones en serie durante la guerra en Gaza, tal compromiso no existe y posiblemente nunca existirá.

La situación en Gaza es una catástrofe horrible que continúa desarrollándose diariamente ante nuestros ojos. Lo mínimo que podemos hacer es reconocer las vilezas y alzar la voz.

POR DIEGO LATORRE LÓPEZ

@DIEGOLGPN

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