MALOS MODOS

Torruco y los videos

El Doctor Patán atraviesa uno de esos episodios de duda con la Cuarta Transformación de la Vida Pública

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El Doctor Patán atraviesa uno de esos episodios de duda con la Cuarta Transformación de la Vida Pública que de pronto, como habrán notado si leen de vez en cuando esta columna, le rompen el alma en dos —aunque siempre vuelvan a juntarse los pedazos por efecto del Tercer Presidente Más Popular del Mundo (TPMPDM).

Su colonia, que pertenece a la alcaldía Miguel Hidalgo, amaneció hace unas semanas tapizada, pero tapizada en serio, de carteles de Miguel Torruco, siempre muy sonriente. Desde entonces, es posible ver con frecuencia a personas con chalecos que, amabilísimas, van de puerta en puerta promoviendo la imagen del Mike.

Siempre deseoso de conocer con profundidad a sus compañeros de ruta, su doctor decidió meterse en la biografía intelectual del compañero Torruco, y ahí la fractura del alma. La primera observación que puedo compartir con ustedes es que el candidato ha decidido tomar el cielo por asalto a punta de videos. Recupero tres.

En el primero, este baluarte de la izquierda sonríe con un muñeco del TPMPDM en la mano. Es un muñeco muy elocuente. Disculparán que el doctor no recuerde exactamente las palabras del amlito, pero, grosso modo, uno le apachurra Dios sabe qué, y “Mi pecho no es bodega”, deja ir. Otro amacizamiento, y “¡Fuchi caca!”.

Uno más: “Me canso ganso”. Ya me explico, supongo. La grandeza verbal de nuestro líder en una figurita. El problema es que la figurita tiene algo escalofriante. En vez de esa onda de viejito simpático y tierno que proyecta el TPMPDM en las mañaneras, uno se topa con algo como “Chucky, el muñeco populista”.

La cosa se pone peor con el segundo video, en el que mi Mike se mete en las tierras ásperas de la filosofía política y, libro en mano, se lanza a explicarnos “El príncipe”. Sí, el libro de Maquiavelo. No quiero ser demasiado duro. La verdad, peores cosas le ofrecieron a su Doctor algunos maestros de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM hace ya muchos años, cuando coqueteó con las humanidades antes de entregarse a la onda hipocrática.

O, propiamente, eso parecía. Porque el candidato, más pronto que tarde, nos explica que el libro fue escrito por alguien con nombre como de loción de los años 80: “Maquiaveli”. Y ahí sí torció el rabo la marrana, si me permiten una expresión francamente anticuada.

Pero lo que estuvo a nada de mandar al Doctor a las filas opositoras es ese momento en el que, entre carcajadas de la concurrencia, mi Torruco dice que, la neta, Iztapalapa es mucho más segura que las colonias de por aquí. Mike: no te pases. Todos le tenemos miedo a los valet parking de Polanco, pero, por Dios, no estiremos tanto la liga. Por favor, haz algo y tráeme de vuelta a las huestes transformadoras. Recapacita. Reelabora. La patria te necesita. No me obligues a lanzarme por la Miguel Hidalgo.

#DoctorPatánMH

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

MAAZ