COLUMNA INVITADA

Retrato del apocalipsis

Es perturbador, tanto el asesinato de la pequeña Camila, como la respuesta misma de agresión fáctica, que le siguió

OPINIÓN

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Sara Morgan / Columna Invitada / El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Todos sabemos lo que pasó en Taxco, fue aquello retratado en las novelas de Juan Rulfo, en especial en la de Pedro Páramo, ese fragmento, que dice: “No vaya a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio... El olvido en que nos tuvo, mi hijo, cóbraselo caro.” 

Cuando la justicia social es inexistente, el caos es la única forma de manifestación. Entre más deterioro, más monstruosidad. 

Es perturbador, tanto el asesinato de la pequeña Camila, como la respuesta misma de agresión fáctica, que le siguió.

En nuestro México, la violencia exacerbada, es resultado de una serie de situaciones como: la mediocre acción gubernamental que se adereza con ineficacia, ineptitud y burocracia para erigirse como autoridad. Lo anterior ha exteriorizado una respuesta brutal. “La toma de la justicia en propia mano” o el linchamiento. Cuestión prohibida en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pero en situaciones donde el horror esta salpicado de las peores conductas humanas, como la muerte, violación, extorsión, secuestro de un familiar o conocidos, ¿Quién piensa en la Constitución? 

Justo ahí; la inmediatez, debería ser la constante para no dejar a las víctimas en el umbral de la impotencia, el dolor y el odio, que despierta la furia colectiva, ante hechos deleznables. 

Las normas deberían tener un poder indiscutible, para justificar que son el eje rector del equilibrio de un país, porque cuando la inacción de gobierno es evidente, la sinrazón se apropia de los ciudadanos, por más que se pretenda la reflexión, es evidente que las emociones desbordadas, en situaciones límite, siempre predominarán. 

Por más estudiado que sea el fenómeno de la apropiación de la justicia en propia mano; la constante es que ésta surge en contextos violentos donde es manifiesta la desarticulación, entre la realidad y la ficticia seguridad del estado a la que se le dificulta el restablecimiento del orden, por carecer de mando.

¿O, acaso han sabido de algún linchamiento en países como Islandia, Suiza, Noruega, Finlandia, Suecia o Alemania?

La diferencia entre los países antes indicados y el nuestro, es aquello que sucedió el 22 de julio de 2011 en Noruega, donde el fascista Breivik, asesinó a 77 personas. En ese momento la autoridad controló la situación de forma inmediata, otorgando un sentido de protección estatal, que toda autoridad debe realizar en momentos sumamente duros para las familias.

Los indicadores de justicia en el mundo demuestran, que habrá más probabilidad de descomposición social cuando se unen los siguientes factores: pobreza; como detonante en la vulneración del statu quo, porque permite el atropello de derechos, hacia poblaciones carentes del respaldo de poderes económicos, sociales, culturales y de importancia pública, que son indispensables en países como México, para que estos acontecimientos sean visibilizados, y por lo menos, perseguidos jurídicamente de forma equilibrada. Esto te hará sentido, si analizas las diferencias entre un crimen de un personaje público, frente a un ciudadano común. O cuando se trata de una persona vulnerable, como niños, niñas, jóvenes, en contextos sumamente anónimos, como en sierras, barrancas, colonias pobres, transporte público, donde la mayoría de los delitos, nunca son denunciados. Seguro recuerdas los casos de Santiago de San Luis Potosí, quien fue golpeado brutalmente en la pizzería donde laboraba; o los jóvenes agredidos en la Marquesa, donde únicamente se movilizó la autoridad, en virtud de lo virales que se hicieron. 

El siguiente parámetro es la carencia de educación de alto nivel, que impide la reflexión sobre los límites, entre lo correcto e inadecuado, lo que impide canales empáticos. Adhiriéndose una situación de falta de fuentes de trabajo regulares. Elementos de doble importancia. En esos términos, la inclusión social, Justicia intergeneracional, y salud se erosionan de forma rápida si existe detrimento de los tres puntos anteriores. 

Todo es una secuencia de hechos. https://www.un.org/es/observances/social-justice-day

Cuando un país no tiene salvaguardados estos 6 puntos; la violencia es parte de lo cotidiano. 

Ahora bien, en el descorazonador caso del asesinato de la pequeña Camila, en Taxco, Guerrero, se juntaron todos los factores referidos cuyos detonantes fueron:  la impunidad y la devaluación moral de grupos criminales, que se erigen, como autoridades superiores fácticas, por lo que no pueden ser sometidas legalmente.   

¿O acaso consideras que lo sucedido fue únicamente un hecho aislado del sistema criminal que opera en México?

POR SARA MORGAN
@MORGANSAREL
CONSULTORA LABORAL
DIRECTORA DE EQUITY JOB LAB

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