POLITEIA

En torno al peso y al dólar

Las elecciones en nuestro país y en Estados Unidos son otro factor que podría hacer que el buen momento que está viviendo el peso frente al dólar no dure mucho más tiempo

OPINIÓN

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Fernando Rodríguez Doval / Politeia / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En los últimos meses el peso mexicano ha experimentado una constante apreciación frente al dólar y terminó marzo en su mejor nivel desde diciembre de 2015. Lo anterior ha sido aprovechado por el presidente Andrés Manuel López Obrador para hablar de un superpeso, el cual sería un logro de su gobierno.

¿A qué se debe esta disminución en el precio del dólar frente al peso? Desde los años noventa se estableció que el precio del dólar estaría sujeto a la libre flotación. Esto quiere decir que, como cualquier otro producto, el dólar se rige por las leyes de la oferta y la demanda, por lo que una mayor oferta de dólares abarata su precio. Vemos, por lo tanto, que el supuesto mérito del gobierno no es tal.

Hay básicamente tres hechos que han generado una mayor entrada de dólares al país. Por un lado, la relocalización de empresas conocida como nearshoring está ocasionando la llegada masiva de inversión extranjera. Por otro lado, el arribo récord de remesas desde los Estados Unidos también aumenta la oferta de dólares.

Por último, pese al reciente recorte en 25 unidades, las tasas de interés de México siguen siendo de las más altas entre los mercados emergentes, con un 11%. Cuando un país ofrece tasas de interés altas en sus instrumentos financieros se vuelve más atractivo para los inversores extranjeros en busca de mayores rendimientos, por lo que aumenta la demanda por pesos y, por lo tanto, su valor frente al dólar.

En un país que en el pasado padeció importantes devaluaciones que provocaron desastrosos efectos en la economía, un peso fuerte frente al dólar tiene un enorme simbolismo. Sin embargo, un peso tan apreciado no es una buena noticia para todos.

Las empresas que se dedican a la exportación han visto aumentar sus costos en los últimos años, como consecuencia de la alta inflación que hemos vivido. Y sus márgenes de ganancia se han reducido debido a que sus precios en pesos han bajado. Lo mismo aplica para las empresas y regiones del país que viven del turismo extranjero y para las familias que reciben remesas, cuyo monto, por el tipo de cambio, ha sido menor.

Además, las empresas que compiten con importaciones baratas pueden enfrentarse a mayores dificultades para mantener su cuota de mercado interna, lo que podría llevar a reducciones en la producción y el empleo, afectando el crecimiento económico.

Es de suponer que la paulatina reducción en las tasas de interés haga menos atractivo el mercado financiero mexicano. Las elecciones en nuestro país y en Estados Unidos son otro factor que podría hacer que el buen momento que está viviendo el peso frente al dólar no dure mucho más tiempo. Por eso es mejor tener los pies sobre el suelo y no dejar que las expectativas vayan más allá de la realidad. 

POR FERNANDO RODRÍGUEZ DOVAL

POLITÓLOGO

@FERDOVAL

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