llEl pasado 14 de abril, tras 120 años de historia y espera, el Bayer Leverkusen, por fin, logró coronarse campeón de la Bundesliga, al vencer 5-0 al Werder Bremen. En un partido que quedará marcado en los anales del club, su hinchada rugía como una caldera en plena ebullición a espera del pitido final. La euforia y estupefacción eran apenas contenidas en los rostros de una fanaticada que no creía lo que atestiguaba.
Al 90’, el quinto gol del Leverkusen desató la emoción acumulada por el estadio, y provocó que los aficionados invadieran el campo para celebrar conlos jugadores.
En el fervor del momento, los seguidores del Leverkusen se aproximaron a sus ídolos, como Santo Tomás al encuentro con Jesucristo, buscando verificar que lo que veían era real. Cientos de fanáticos abrazaban y besaban a los jugadores, abrumando a los guardias que luchaban por contener la emoción desbordada, y asegurar la integridad de los héroes del momento. Más que agradecerles por su rendimiento, los fanáticos del Leverkusen parecían querer consumir a sus ídolos, y llevarlos a casa como si fueran trofeos.
Sin embargo, el ímpetu que mostró la afición estuvo más que merecido: el excepcional desempeño del equipo no sólo otorgó al Bayer Leverkusen la primera Bundesliga en su historia, sino que también lo convirtió en el equipo con la racha invicta más larga de Europa, acumulando 43 partidos consecutivos sin conocer la derrota. Con un plantel sumamente joven, Xabi Alonso le demostró al mundo entero su potencial como entrenador, además de su capacidad como formador de jugadores. Bajo su mando, Florian Wirtz, Alejandro Grimaldo, Jeremie Frimpong y Granit Xhaka mostraron su mejor versión, liderando al equipo a récords históricos y logros desconocidos para el club.
Ahora bien, aunque la atención del entrenador y la directiva esté puesta tanto en la Europa League como en la final de la Pokal (torneos en los que sigue compitiendo), el éxito prolongado del Bayer Leverkusen podría verse amenazado por su propia gloria. Ya ha sucedido incontables veces en el pasado: equipos pequeños que, tras alcanzar el éxito repentino, a menudo se desintegran debido a las transferencias millonarias que siguen a una temporada exitosa. Lo vimos suceder con el Borussia Dortmund de Jürgen Klopp; con el Ajax que venció al Madrid, en 2019, y el Brighton de Roberto De Zerbi que superó a los grandes de Inglaterra, en la temporada 2022-2023.
Hoy en día, el Bayer Leverkusen puede ser víctima de su propia grandeza. Para garantizar la continuidad del éxito, Xabi Alonso deberá encontrar la manera de persuadir a sus jugadores para que permanezcan en el conjunto en lugar de buscar oportunidades en otros lugares. Sin embargo, la sólida cohesión del equipo, la camaradería entre los jugadores y el aprecio por el técnico español podrían ser la clave para prolongar la época dorada del club, y evitar la posibilidad de una gloria meramente pasajera.
Por ahora, no cabe duda que tanto Xabi Alonso como sus jugadores ya hicieron historia en el Bayer Leverkusen. Pero la duda permanece: ¿será este otro éxito fugaz o estaremos ante el surgimiento de un equipo histórico para el futbol moderno?
POR TOMÁS LUJAMBIO
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