La guerra jurídica, lawfare, como se le conoce en la academia por un juego de palabras entre warfare (hacer la guerra) y law (ley), en inglés, es una manera en que, desde Estados Unidos, se ha buscado pervertir la disputa política por el rumbo de los países.
Consiste en utilizar los aparatos del poder judicial en combinación con el poder mediático para frenar los procesos progresistas del continente.
En países como Brasil, Argentina o Ecuador, persecuciones judiciales basadas en acusaciones falsas contra liderazgos, presidentes, exfuncionarios o militantes de gobiernos de la izquierda latinoamericana han tenido éxito, logrando exiliar o encarcelar a dichas personas.
En México tuvimos uno de los primeros casos de lawfare en el continente, cuando el Poder Judicial y el poder político-mediático se lanzaron contra el entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, buscando desaforarlo y encarcelarlo para eliminarlo de la inminente elección presidencial de 2006.
En ese entonces, la movilización popular de la izquierda mexicana logró frenar dicho proceso, pero no el fraude electoral que le dio ilegítimamente la presidencia a Felipe Calderón Hinojosa.
La estrategia del lawfare, por ser difusa y llevada a cabo desde distintos frentes de ataque, es complicada de prevenir y difícil de detener. Ha sido la manera más recurrente de las derechas latinoamericanas para oponerse a los gobiernos progresistas, generalmente con el apoyo tácito o explícito del aparato de gobierno de Estados Unidos. Algunas
veces se utiliza también en micro-sistemas, o en disputas más locales (e incluso personales) por el poder.
El caso de los ataques desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación en contra del ministro en retiro Arturo Zaldívar es evidentemente una puesta en escena de un proceso de lawfare.
Arturo Zaldívar ha destacado como uno de los actores de la campaña de Claudia Sheinbaum que más éxito ha tenido en las redes sociales y medios de comunicación.
También ha sido una de las personas más importantes en los llamados Diálogos por la Transformación, una serie de foros y conferencias que buscaron delinear el programa de gobierno de nuestra candidata.
Solo ante su reciente papel como político y ciudadano en favor de la transformación, y parte del proyecto político de Claudia Sheinbaum, la derecha, ávida de rescatar lo poco que les queda de poder político democrático, usa los espacios del Poder Judicial y mediático para atacar a los personajes destacados de la Cuarta Transformación, pervirtiendo las funciones de la justicia y haciendo baja política con una de las instituciones que debería ser pilar de la justicia y la democracia de nuestro país.
POR JOSÉ NARRO CÉSPEDES
COLABORADOR
@NARROJOSE
PAL