No hay duda alguna que luego de las contiendas electorales que se realizan en las campañas electorales en diversos niveles, ya sea a la Presidencia de la República, de senadurías, diputaciones federales, gubernaturas, diputaciones locales, presidencias municipales, entre otras, lo más importante después es conocer cuál fue el resultado electoral obtenido.
Y no es para menos pues se trata de que quien obtenga el triunfo electoral, ostentará el poder público por un determinado periodo de tiempo: 6 años o 3 años dependiendo el cargo público por el que se participó.
Por lo mismo, luego de que concluye la jornada electoral existe una efervescencia por conocer los resultados electorales. Al respecto, casas encuestadoras, el Programa de Resultados Electorales Preliminares o, en su caso, los Conteos Rápidos que instrumenta la autoridad electoral administrativa, publican las tendencias electorales. Finalmente son aproximaciones, pero no el resultado oficial.
Pero ¿Qué pasa cuando hay una elección reñida? El PREP no puede definir un ganador, los Conteos Rápidos, por ser un mecanismo que basa sus resultados a través de una muestra representativa guarda un determinado margen de error, lo mismo que las encuestas.
Ante esto hay que esperar a que la autoridad electoral lleve a cabo los cómputos distritales en donde se revisa una a una el cómputo de cada casilla y, de observar inconsistencias puede determinarse la apertura del paquete electoral de esa casilla y llevar a cabo de nueva cuenta el escrutinio y cómputo de la casilla o casillas de que se trate.
De acuerdo con la legislación electoral federal estos cómputos se realizan el miércoles siguiente al día en que se celebró la elección (jornada electoral). ¿Esto pudiera tener alguna problemática?
Pensemos en la elección Presidencial del año 2006. Todas y todos sabemos que ha sido la elección más reñida que se ha tenido en México en este nivel. La diferencia entre el primero y segundo lugar no registró, siquiera, un punto porcentual de acuerdo con los cómputos distritales.
Pero ¿qué paso? Toda vez que la elección de ese año fue tan competida el INE no pudo basarse en su PREP ni en sus Conteos Rápidos para señalar a un ganador de acuerdo con las tendencias electorales por lo que determinó esperar a los resultados de los cómputos.
Me parece que fue una buena decisión. Sin embargo, el país vivió prácticamente 4 días de vacío de información.
Llegaron los cómputos distritales, pero ante una elección tan reñida fue hasta la madrugada del jueves siguiente en que se tuvieron los resultados de los cómputos.
Al respecto, este mecanismo sigue tal cual en la legislación electoral por lo que, ante una elección reñida en cualquier nivel (federal), tendríamos muy probablemente el mismo escenario.
Por ello, en diversos foros, principalmente académicos, he insistido en voltear a ver la disposición de la legislación electoral de la Ciudad de México que establece que el cómputo distrital iniciará el mismo día de la jornada electoral conforme se vayan entregando, en las sedes de los consejos distritales, los paquetes electorales que contienen, entre otros documentos, las boletas y las actas de escrutinio y cómputo de casilla.
Esto le permitiría al INE ir registrando el cómputo prácticamente en tiempo real a la evolución del avance de los consejos distritales, incluso, podría eliminarse tanto el PREP como los Conteos Rápidos y daría mayor certeza a los resultados de las elecciones.
Esta modalidad es un pendiente que tendría el próximo Legislativo federal que se integre derivado de los próximos resultados electorales con la intención de generar mayor certeza a la elección lo que fortalecería nuestro sistema electoral democrático.
No obstante, tal cual lo establece la normativa electoral, se dejaría a salvo los derechos de los actores políticos en caso de que quieran presentar un medio de impugnación de acuerdo con sus intereses jurídicos.
POR FERNANDO DÍAZ NARANGO
COLABORADOR
MAAZ