PANORAMA INTERNACIONAL ANÁHUAC

Restaurar la confianza

En otras palabras, fraguar un multilateralismo inclusivo, interconectado y eficaz para responder mejor y ofrecer resultados a las personas y al planeta

OPINIÓN

·
Catherine Prati Rousselet / Panorama Internacional Anáhuac / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La preocupación por el desarrollo ha ocupado, junto con el mantenimiento de la paz y de la seguridad internacionales, el centro de la agenda multilateral. Múltiples (y sucesivas) han sido las estrategias formuladas por la Asamblea General de la ONU para orientar en la materia, las actividades del Sistema de las Naciones Unidas (compuesto de la propia organización y de sus organismos especializados) y para constituir una fuente de inspiración (y eventualmente, un andamiaje) institucional para los Estados miembros.

A la vigente Agenda 2030 (2015-2030) aprobada por la resolución A/70/PV.4 (Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible) y que, en su momento, el Papa Francisco llamó un signo de esperanza, han antecedido cuatro decenios para el desarrollo (1960-2000) así como la Declaración del Milenio.

Ciertamente afectados por los efectos directos y colaterales del confinamiento global mantenido durante la pandemia causada por el SAR-CoV-2, los avances registrados, al día de hoy, para cada uno de los 17 ODS, 169 metas y 232 índices de dicha agenda, no son lo que se esperaba.

Con motivo del aniversario 75 de la organización (2020) y con el fin de (re)dinamizar, por lo menos en el discurso, las agendas nacionales, se formularon 12 compromisos: no dejar a nadie atrás, proteger nuestro planeta, promover la paz y prevenir los conflictos, garantizar la justicia y el derecho internacional, centrar la atención en las mujeres y los niños, fomentar la confianza, mejorar la cooperación digital, modernizar las Naciones Unidas, asegurar una financiación sostenible, impulsar las alianzas, escuchar a la juventud y trabajar con ella y, estar preparados (ONU75).

Mismos compromisos que han constituido el piso para el informe del Secretario General, Nuestra agenda en común (2021), la Cumbre de los ODS (2023), todos en preparación de la Cumbre del Futuro que se llevará a cabo en Nueva York los próximos 22 y 23 de septiembre y cuyo objetivo es mejorar el presente y salvaguardar el futuro: estar preparados para afrontar los riesgos y abrazar las oportunidades.

Señalando la Carta de San Francisco, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Agenda 2030, el Acuerdo de París (sobre el cambio climático) y la Agenda de Acción de Addis Abeba (para la financiación del desarrollo sostenible) como base normativa, se espera que los mandatarios reunidos para redactar el Pacto de futuro, logren un nuevo consenso global y encuentren cómo cooperar mejor para hacer realidad las aspiraciones y alcanzar los ODS.

En otras palabras, fraguar un multilateralismo inclusivo, interconectado y eficaz para responder mejor y ofrecer resultados a las personas y al planeta.

Algo complejo de lograr cuando muchos ya no confían en la ONU.

POR CATHERINE PRATI ROUSSELET
COORDINADORA DE POSGRADO Y EDUCACIÓN CONTINUA. FACULTAD DE ESTUDIOS GLOBALES. UNIVERSIDAD ANÁHUAC MÉXICO
@CATHPRATI

PAL