COLUMNA INVITADA

El porvenir de una ilusión: ¿cómo llegar a los 60 con casa propia y no morir en el intento?

Lo que México necesita es una oposición que no sea la cofradía del "santo reproche"

OPINIÓN

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Diego Latorre / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Dice Freud: “calificamos de ilusión una creencia cuando aparece engendrada por el impulso a la realización de un deseo, prescindiendo de su relación con la realidad”; y es cierto, en el laberinto de la candidata del PRIANRD las historias de éxito se forjan a partir de repetir el mantra: “el que es pobre, es porque quiere”.

En la guía de superación personal que resultan las apariciones públicas de Xóchitl Gálvez, se pueden rescatar algunas frases que alcanzan la fuerza de un aforismo o hasta un axioma: “Los migrantes mexicanos eran los que se encargaban de limpiar el baño del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump”; “Este gobierno privatizó el sector privado”; “Hay una cultura distinta en el sureste del país, pues cuando trabajaba con Fox quisieron instalar maquiladoras en San Cristóbal de las Casas y les dije que iba a ser un fracaso, nadie va a ir a trabajar ocho horas seguidas porque no es su cultura”; “Hay muy malos priistas con los que yo nunca trabajaría, como Alito”; “Veo a un México con hambre de sed”; “..soy la niña que vendía gelatinas y tamales”; “Si a los 60 años no tienes casa propia, eres bien güey”.

Aun cuando aceptemos que el error y la ilusión son condición humana necesaria, también provocan temor, porque hacen evidente, el mal cálculo, la desviación, el descontrol, son síntomas del fracaso, pero sobre todo, son manifestaciones de la fragilidad y la torpeza. En el plano de la política, evitar el error y la ilusión es sinónimo de pericia, es decir,  de habilidad para mantener el control político.

En este contexto, no errar significa saber, sistematizar, hacer bien las cosas, tener oficio, éxito. Por otro lado, prevenir la ilusión garantiza que el manejo del poder sea racional, basado en datos concretos, comprensivo de todos los factores que juegan en el campo político. Conocer significa no tener fallas políticas o tener las menos posibles. El saber está ligado al poder.

El problema de la oposición y de su candidata es precisamente esto, no saben que no saben, porque no han terminado de entender su realidad, en consecuencia, carecen  de un liderazgo político fuerte que ayude a subir el nivel de la discusión pública poniendo exigencias y proponiendo soluciones con cierta racionalidad. “Las mayores ilusiones suelen traer las mayores desilusiones”, dijo el poeta.

Lo que México necesita es una oposición que no sea la cofradía del “santo reproche”, si no convertirse en una opción honesta que proponga soluciones con mayor rigor en la discusión, y que verdaderamente se esfuerce por revisar aquellos supuestos que en el oficialismo son claramente discutibles.

En el porvenir de la ilusión del “odiadorismo”, la señora X es un juguete de un junior irresponsable, cuya única y desoladora recompensa será, seguramente, la incomprensión y el olvido. ¿Por quién doblan las campanas? Doblan por ti.

POR DIEGO LATORRE LÓPEZ

@DIEGOLGPN

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