POLÍTICA PARA A’MAR

Instituto Nacional Electoral: democracia en forma y fondo

El Instituto Nacional Electoral como encargado de la organización de los procesos electorales del país, es un pilar fundamental de la democracia en México

OPINIÓN

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Marlene Mizrahi / Política para a'mar / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Bien se dice que la forma es fondo: un planteamiento que aplica para la defensa de la democracia. Sobre esta línea, es que cabe a cuento una experiencia que viví hace unos días con el Instituto Nacional Electoral (INE), en la Junta Local Ejecutiva de la Ciudad de México.

El INE, como encargado de la organización de los procesos electorales del país, es un pilar fundamental de la democracia en México. Por lo tanto, que su actuar sea conforme a los principios democráticos, como es la toma de decisiones desde la pluralidad y por mayoría, manda un mensaje de coherencia. Algo que confirmé en la Junta Local.

Acudí a una reunión de trabajo cuya finalidad era acordar aspectos específicos del debate que el Instituto está organizando, entre los tres pares de candidaturas que buscan un escaño en el Senado de la República.

Por sugerencia del organismo, los representantes propietarios de los partidos políticos (personas elegidas por estos para ser su voz ante el INE), extendieron la invitación al equipo de las y los aspirantes. Fue así como llegué ahí.

Junto con la invitación, me compartieron que en dicho encuentro se definiría la fecha, hora, lugar y orden de prioridad de los moderadores. A la par de ello, me hicieron llegar una lista de tres opciones de día y horario; así como el nombre de tres mujeres y tres hombres periodistas por los que habría que votar.

Aunque la cita estaba programada para las 19:00 horas, la reunión comenzó hora y media más tarde. Llegué puntualmente, mientras continuaba una sesión extraordinaria en la que intervenían los representantes propietarios de los siete partidos y, del lado del INE, la Consejera Presidenta, el Secretario del Consejo y seis consejeros electorales.

Éramos pocos los delegados de las candidaturas: acudimos dos de las seis totales. Tan pronto como dieron cierre a su sesión extraordinaria, acercamos sillas y nos integrarnos con los participantes en la mesa ovalada para dar inicio a la reunión.

La Consejera Presidenta leyó el orden del día, reafirmando lo que el representante propietario me había comunicado anteriormente. Pasamos enseguida a ello. Para facilitar la votación, las opciones aparecían proyectadas en pantallas situadas al centro del óvalo. Respecto a los moderadores, se compartió una pequeña reseña de cada uno.

Algo interesante fue ver cómo, cuándo se atoraba una elección, los consejeros del Instituto proporcionaban vías de solución; como ocurrió al decidir sobre las organizaciones de la sociedad civil encargadas de seleccionar y redactar las preguntas del debate.

Se contaron tres votos en total: uno por PRI, PAN y PRD; otro por Morena, PVEM y PT y uno más para MC. Los presentes debíamos expresar nuestra inclinación y los acuerdos se dieron por mayoría.

Con su actuar, el INE nos enseña que en el ámbito democrático la forma es, en efecto, fondo.

POR MARLENE MIZRAHI

COLABORADORA

@MARLENEMIZRAHI

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