En fechas recientes, parte de la agenda mediática y pública se ha dedicado a la problemática de calidad del agua en la alcaldía Benito Juárez, en la Ciudad de México, donde vecinos de la demarcación han señalado que la apariencia y color del agua son oleosos.
La respuesta vecinal ha sido organizada en cuanto al registro y la exigencia para la solución; sin embrago, deja en claro que la transparencia para el ciudadano y el monitoreo constante de la calidad a través de soluciones tecnológicas son imperativos para cualquier política hídrica.
The Social Intelligence Unit, en alianza con empresas tecnológicas, organizaciones de la sociedad civil y gobierno, diseñó y ejecutó el proyecto de impacto social denominado Smart Water – Dime H2O, actualmente desplegado en el municipio de Tekax, Yucatán, el cual cuenta con puntos de monitoreo habilitados con sensores inteligentes. Estos permiten una medición continua de diversos parámetros de calidad del agua y, a través de la red inalámbrica 4G, “envían” datos al sistema web Dime H2O y la aplicación móvil Dime H2O.
Gracias a ambas plataformas, tanto autoridades gubernamentales como ciudadanos observan información de calidad del agua de manera paralela y oportuna, abonando al ejercicio de transparencia ciudadana.
Esta arquitectura tecnológica representa un avance en cuanto a la construcción de Ciudades Inteligentes pues utiliza soluciones de Internet de las Cosas (IoT), software y telecomunicaciones.
A través de contenidos educativos y del Índice de Calidad del Agua (ICA), partes cruciales de la aplicación Dime H2O, se busca democratizar la información de calidad, dando así un paso más hacia la transparencia.
Tanto en su fase de pilotaje en Mérida en el año 2019 como en su fase de expansión en Tekax en 2021, el proyecto no sólo habilitó las soluciones tecnológicas mencionadas, también llevó a cabo diversas campañas educativas para promover, entre los ciudadanos, conceptos como la calidad del agua, la cultura del agua y el ciclo hidrológico de su región.
La calidad no sólo es un problema en nuestras redes de suministro de agua, también lo es en cuerpos subterráneos y aguas superficiales. De acuerdo con el monitoreo de calidad que hace la Comisión Nacional de Agua (CONAGUA), en 2022, de los 1,723 sitios en los que se monitorea la calidad de las aguas superficiales, 73.9% se encuentra en un semáforo de calidad de color rojo o amarillo, es decir, son sitios done se incumplió con uno o más parámetros de calidad de los establecidos por el organismo. Este indicador es 61.1% para los 775 sitios de monitoreo en aguas subterráneas.
Un sistema donde autoridades y población accedan a información en tiempo real sobre el comportamiento de los parámetros de calidad del agua pudo prevenir eventos como los sucedidos en alcaldía Benito Juárez y mantener a los ciudadanos oportunamente informados.
¡Aprovechemos la experiencia generada por otros proyectos y normalicemos la transparencia en la información hídrica!
POR GONZALO ROJON
PAL