Como cualquier mexicane con un mínimo de conciencia histórica y revolucionaria, al Doctor Patán la semana lo puso en estado de alerta por la amenaza de una fractura en nuestro movimiento.
La razón, se imaginarán, fue el posdebate. El triunfo inmarcesible de nuestra compañera Claudia, la Cicerón del México cuartotransformado, de pronto pareció que sí se marchitaba por la franca molestia que le provocó el debate a nuestro líder, el Tercer Presidente Más Popular del Mundo (TPMPDM).
Como siempre, el TPMPDM tiene razón: lejos de rendir tributo a su grandeza, el encuentro de les candidates fue un reiterado cuestionamiento a su obra incomparable, a sus logros, y un cuestionamiento que, sal en la herida, no encontró mayor oposición.
La alerta no llegó a alarma, sin embargo, porque, tan pronto lo piensas un poco, el TPMPDM es un líder exigente, sí, como corresponde a un padre que quiere mejor para sus hijos, el Pueblo Bueno, pero también es un hombre justo y magnánimo. Si la compañera Claudia quiere ponerle pegamento a la fisura entre ella y el Motor de la Cuarta Transformación, lo que tiene que hacer, y no representa un reto insuperable, ni mucho menos, es reenfocar sus respuestas en el segundo debate.
Permítanme aterrizar el concepto. Si los moderadores dicen: “La primera pregunta es: ¿cómo enfrentará su administración el reto del cambio climático, en un país que sigue usando carbón para la producción de electricidad? Cedo la palabra a la candidata de Sigamos Haciendo Historia”, la compañera tiene que responder: “Antes de empezar este debate, quiero dar las gracias al Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador, por su liderazgo providencial, sin parangón en la historia de la humanidad, su ejemplo vibrante de austeridad republicana y su lucha heroica contra la corrupción neoliberal”.
¿Que le preguntan qué proyectos de infraestructura distinguirán a tu sexenio? “Los recursos públicos se canalizarán íntegramente a darle mantenimiento a las obras impulsadas por el TPMPDM, propias de la grandeza de la Grecia clásica o la Roma imperial, así como a cualquier proyecto que nos llegue desde La Chingada.
Que su creatividad no se apague, Presidente Eterno”. ¿Que cómo reducirá los niveles de pobreza y desigualdad? “Nos limitaremos a ponerle un segundo piso a las políticas económicas impulsadas por nuestro Líder, Supremo Recortador de Brechas, Primer Igualador de la Patria, Poeta Innovador, Héroe Sin Temores, Hijo del Maíz”. (El Doctor cree que siempre es buena idea citar a Layda Sansores, poetísima).
Y listo. O bueno, casi. Aquí su Doctor recomienda que, antes de cerrar el debate, se invite a los moderadores y los compañeros de la prensa no chayotera a unirse en el grito que distingue a nuestro movimiento: “Es un honor…”
POR JULIO PATÁN
COLABORADOR
@JULIOPATAN09
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