LA REBELIÓN GEOPOLÍTICA

El caso Palestina ante la ONU

La solicitud de adhesión de Palestina a la ONU ha vuelto a poner sobre la mesa el conflicto palestino-israelí

OPINIÓN

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Talya Iscan / La rebelión geopolítica / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La solicitud de adhesión de Palestina a la ONU ha vuelto a poner sobre la mesa el conflicto palestino-israelí, y la respuesta de Estados Unidos plantea serias dudas sobre la coherencia y la justicia en la política internacional.

Estados Unidos, en su papel de actor principal en la escena mundial, ha expresado repetidamente su desconfianza hacia Palestina, argumentando que el país no está preparado para ser un Estado. ¿Pero acaso es esto justo, especialmente cuando se observan otras situaciones similares en el mundo?

Tomemos, por ejemplo, el caso de Ucrania. A pesar de los persistentes problemas de corrupción y la infraestructura devastada por la guerra con Rusia, Occidente ha mostrado un apoyo decidido a la anexión de Ucrania a la OTAN. ¿No resulta paradójico que se exija una madurez política a Palestina mientras se respalda a otros países con situaciones igualmente complicadas?

La situación en Palestina se vuelve aún más urgente ante la posibilidad de un ataque planificado por Israel en Rafah, que podría desplazar a cientos de miles de personas. No es sorprendente entonces que Palestina busque el reconocimiento internacional como Estado miembro de la ONU en medio de esta amenaza inminente.

La negativa de Israel a reconocer a Palestina como Estado miembro se basa en argumentos de seguridad y supervivencia. Pero, ¿no tiene también Palestina derecho a la autodeterminación y a ser tratada como un actor legítimo en la arena internacional?

El Consejo de Seguridad de la ONU está actualmente deliberando sobre la solicitud de adhesión de Palestina, lo que representa un momento crucial en la historia del conflicto palestino-israelí.

En el proceso de reconocimiento de Palestina como miembro de la ONU, se requiere que el Comité emita una recomendación unánime. Si esto sucede, se procederá a una votación en el Consejo de Seguridad, donde se necesitan al menos nueve votos a favor y ningún veto de los cinco miembros permanentes.

Luego, la recomendación se envía a la Asamblea General, donde se necesita una mayoría de dos tercios de los 193 países miembros para ser aprobada. En el intento anterior en 2011, el Comité no llegó a una recomendación unánime, lo que impidió una votación en el Consejo. Posteriormente, la Asamblea General otorgó a Palestina el estatus de "Estado no miembro observador" con un amplio respaldo, a pesar de algunas objeciones.

Mientras tanto, la situación humanitaria en Gaza sigue siendo desesperada, y es urgente que se brinde ayuda y se busquen soluciones para aliviar el sufrimiento de la población afectada por el conflicto. ¿Cuánto tiempo más la comunidad internacional puede permitir que esta crisis humanitaria continúe sin una respuesta adecuada?

El caso de Palestina ante la ONU pone de manifiesto el doble rasero de la política internacional desde hace más de una década y la necesidad urgente de abordar el conflicto palestino-israelí. La solicitud de Palestina para ser reconocida internacionalmente es un paso lógico y necesario.

Sin embargo, el laberinto burocrático de la ONU se interpone como una pared infranqueable en este camino. La resistencia férrea de Estados Unidos, manifestada en la última reunión del 8 de abril de 2024, añade aún más obstáculos al proceso. Este juego de poder político en el Consejo de Seguridad pone en peligro la posibilidad de alcanzar un consenso.

Es alarmante ver cómo este trámite puede convertirse en una charla sin sentido, dejando a Palestina sin la voz que merece en el escenario global. En un mundo que se dice interdependiente, ¿dónde queda la justicia y la equidad en la arena internacional?

POR TALYA ISCAN

ACADÉMICA

@TALYAISCAN

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