Estamos en plena temporada vacacional y junto con el fervor de salir de viaje se juntan el nervio y un poco el estrés, planear todo, a veces salir corriendo, llegar a tiempo a la sala de espera en el aeropuerto etc., y no falta que se nos antoje echarnos una copita para relajarnos, al final de cuentas… ¡ya estamos de vacaciones!
Una de las cosas que no pueden faltar en los aviones es el alcohol, sin duda en todos los vuelos verás a los sobrecargos pasar con un cochecito de metal lleno de botanas, refrescos y alcohol, y aunque en realidad no es que tengas barra libre en el avión, sí podrás tomarte uno o si a caso dos tragos si se los pides muy amablemente. Pero hay personas que comienzan con la tomadera desde antes e incluso en ocasiones llevan botellas individuales de diferentes destilados que se pueden adquirir en las tiendas de las salas de embarque.
Ahora bien, si al momento de abordar detectan que te encuentras en estado de ebriedad te pueden negar el ingreso a la aeronave, si lograste entrar, pero tu comportamiento puede poner en riesgo la integridad de los pasajeros o del avión te puedes meter en serios problemas y si no te calmas te pueden arrestar al momento de aterrizar.
Para reducir los riesgos, los capitanes de los aviones tienen autoridad casi sin límites cuando se cierran las puertas de los aviones. Y es que, gracias a acuerdos internacionales, los comandantes están autorizados a arrestar a personas, multar e incluso redactar el testamento de un pasajero agonizante o certificar su muerte, incluso hay países en donde las multas por hacer desorden en el avión pueden ser hasta de 5 mil euros y si el capitán se ve forzado a desviar la aeronave también se le cobraría el costo de esta maniobra que incluye usos de aeropuertos, combustible, etc., lo que puede resultar en varios cientos de miles de pesos.
No hay nada que indique que si bebes en el avión a 30 mil pies se te pueda subir más o que te pudiera afectar de manera diferente ya que el avión está presurizado, en todo caso lo que puede suceder es que te deshidrates un poco más rápido sobre todo si son vuelos largos ya que es una característica de este tipo de vuelos, por lo que debes beber agua constantemente y si a esto le sumamos que el alcohol es diurético te verás en la necesidad de ir a visitar el baño en varias ocasiones.
Mi sugerencia como siempre es la misma, podemos disfrutar del alcohol con medida, si vamos de vacaciones no necesariamente es una excusa para excedernos porque “no tenemos responsabilidades cotidianas como ir a trabajar o levantarse para la escuela”, incluso hay agencias que organizan viajes de graduación para jóvenes que terminan la preparatoria y los llevan a Cancún u otros destinos en donde el principal invitado durante todo el viaje es el alcohol que está a su disposición prácticamente 24/7.
Debemos recordar que beber con exceso nos puede meter en serios problemas y más cuando estás en lugares en los que la seguridad es esencial como lo es dentro de un avión comercial en pleno vuelo, así que ya saben, a disfrutar la vacación, pero con moderación.
POR RUDY TERCERO
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MAAZ