COLUMNA INVITADA

Xóchitl: Firmeza y Liderazgo

Una de las condiciones para el desarrollo de una democracia funcional es que la población tenga acceso

OPINIÓN

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Jorge Romero Herrera / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Una de las condiciones para el desarrollo de una democracia funcional es que la población tenga acceso a la mejor información posible respecto de las alternativas que existen para ejercer el gobierno y gestionar el interés público.

En tal sentido, las campañas deben ser momentos de difusión eficaz de ideas, propuestas y también de las características de quienes aspiran a los cargos públicos y las estructuras partidarias que los proponen al público.

Si bien en México la tradición de los debates presidenciales aún es joven y seguimos teniendo dificultades para que estos ejercicios sean verdaderamente fluidos y naturales, paulatinamente los hemos venido incorporando como parte de nuestras rutinas democráticas.

De cada debate se aprende no sólo de lo que ahí se dice, sino de cómo mejorarlos para obtener de ellos el mejor provecho social. En tal sentido el debate presidencial pasado tuvo algunos detalles que distrajeron e incluso obstaculizaron el libre flujo de ideas, argumentos y señalamientos. Confiamos que, en los siguientes dos restantes, estos detalles se atiendan.

A propósito de exponer y desarrollar la visión de gobierno de cada una de las partes contendientes, en un proceso democrático es que se muestra la importancia de los debates políticos. Este tipo de ejercicios son esenciales en todo proceso comicial ya que concentran en poco tiempo la oportunidad para que el gran público conozca de primera mano a las personas contendientes, sus propuestas, así como algunos rasgos relevantes de su personalidad.

Los expertos en retórica nos recuerdan que en un debate se ponen en juego tres elementos clásicos de los debatientes, a partir de los cuales también es posible hacer un análisis de este tipo de ejercicios, como el del domingo pasado. Estos tres elementos son el Ethos, el Logos y el Pathos.

El Ethos se configura con las personalidad, atributos y compromisos esenciales del orador. Son sus credenciales. En la mayoría de las ocasiones el Ethos se puede conocer antes del propio debate ya que como se dice, “la fama le precede.” Lo ideal es que el contendiente posea un Ethos que le muestre como una persona congruente, preparada, con experiencia y con los atributos adecuados para el puesto que se busca ser electo.

En tal virtud consideramos desde luego que en esta contienda y específicamente en el debate de hace unos días, Xóchitl Gálvez encarna los atributos idóneos e indispensables para esta contienda: es una mujer, con raíces indígenas, sensible, honrada, preparada y que ha demostrado que sabe crecerse ante la adversidad.

El segundo aspecto retórico de desempeño y observación es el Logos. Este se encuentra conformado por las propuestas e ideas del debatiente, e implican la apelación a la inteligencia del auditorio. Son las ideas que se conjugan con el diagnóstico. Quien pueda desarrollar de manera cartesiana un mejor diagnóstico de la problemática a resolver y presente a su vez las propuestas pertinentes para resolverla, contará con el Logos más convincente.

Lo anterior presupone también el contar con las mejores cualidades de comunicación para expresarlo eficazmente. En tal sentido consideramos que Xóchitl Gálvez tiene en su esquina al mejor acervo de propuestas, así como las formas de aplicarlas en la realidad. Ella conoce los qué y los cómo de lo que nuestro país requiere, ya que se ha dejado asesorar por el mejor grupo de expertos y especialistas en todas las áreas de gobierno.

El Pathos, como tercer elemento de constitución de la retórica, conjunta el aspecto emocional, inspiracional y generador de reacciones. En contraste con la “dama de hielo”, Xóchitl Gálvez es una persona sensible, empática, que comparte las mismas aspiraciones, ideales, sueños y necesidades que el electorado.

Al conjuntar estos aspectos como parte de nuestro análisis del debate, revisando la forma en que Xóchitl propuso, expuso, cuestionó, criticó e incluso solventó los temerarios señalamientos en su contra, podemos explicarnos la razón por la que en todos los sondeos y encuestas que preguntaron por la ganadora del debate, la respuesta fue que ella.

Felicitamos a nuestra candidata y le expresamos nuestro orgullo por su desempeño en el debate. Seguramente este reflejará en la continuación de los rendimientos crecientes que tiene su campaña, frente a la de la candidata oficial, quien vive de un ethos prestado y tiene un diagnóstico basado en mentiras sistemáticas y contumaces. Del pathos de Sheinbaum ni hablamos, porque no tiene, ni creemos que sepa qué es ello. --

POR JORGE ROMERO HERRERA

COORDINADOR GPPAN Y PDTE. DE LA JUCOPO

@JORGEROHE

MAAZ