AL MANDO

Renovación en la máxima casa de estudios

La Facultad de Derecho se destaca por su estabilidad y dinamismo, sin haber enfrentado paros o tomas violentas en tiempos recientes

OPINIÓN

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Jaime Núñez / Al Mando / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), uno de los bastiones más importantes de la educación superior en nuestro país y Latinoamérica, se encuentra en un momento crucial de su historia. 

Bajo la rectoría de Leonardo Lomelí, la institución avanza en sus procesos de renovación conforme al calendario establecido, y ahora el foco de atención es la Facultad de Derecho. 

Este cambio no es menor: hablamos de la carrera con mayor número de estudiantes y demanda, además de ser la facultad con los vínculos más estrechos con el sector gubernamental y el poder político dentro de la universidad. 

Por ello, la selección de la nueva dirección de esta facultad es un asunto que hay que ver con lupa. 

Hasta ahora, la terna de candidatos incluye a dos mujeres, Julieta Morales y Sonia Venegas, ambas con una trayectoria impecable y un prestigio reconocido en la comunidad jurídica, y Edgar Corzo, cuya candidatura ha generado debate debido a su principal vinculación con el Instituto de Investigaciones Jurídicas y no directamente con la facultad que aspira dirigir. 

Edgar Corzo, a pesar de su sólida carrera universitaria y su contribución como profesor externo en la Facultad de Derecho, enfrenta críticas no sólo por su procedencia académica sino también por sus intentos anteriores de ocupar posiciones directivas dentro de la UNAM. 

En contraste, las candidaturas de Sonia Venegas y Julieta Morales representan no sólo una continuidad en la excelencia académica y docente, sino también un potencial hito en la historia de la Facultad de Derecho al abrir la puerta a la primera mujer en dirigirla. 

Esto último, es particularmente relevante en una época donde la lucha por la equidad de género gana terreno —evidenciado por el hecho de que las dos principales coaliciones políticas han presentado candidatas para la presidencia—, podría influir decisivamente tanto en la dinámica interna de la UNAM como en su imagen ante la sociedad. 

La decisión de la Junta de Gobierno no solo determinará el futuro inmediato de la Facultad de Derecho, sino que también enviará un mensaje claro sobre los valores y prioridades de la UNAM en un contexto más amplio. 

La facultad se destaca por su estabilidad y dinamismo, sin haber enfrentado paros o tomas violentas en tiempos recientes, reflejo de un momento de fortaleza y consolidación que merece ser protegido y fomentado. 

Sin duda, el proceso de selección en la Facultad de Derecho de la UNAM será además de una cuestión administrativa, un reflejo de los desafíos y oportunidades que enfrenta la educación superior en México. 

La elección de su próxima dirección tiene el potencial no solo de impactar en su desarrollo académico y profesional, sino también de reafirmar su compromiso con la equidad, la inclusión y la excelencia.

POR: JAIME NÚÑEZ 

JAIME_NP@YAHOO.COM             

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