DESDE AFUERA

México y Latinoamérica ¿mensajes?

En política, como en poesía, la forma es fondo, decía don Jesús Reyes Heroles, aquel que fuera ideólogo y proponente de la reforma del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en su apogeo

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En política, como en poesía, la forma es fondo, decía don Jesús Reyes Heroles, aquel que fuera ideólogo y proponente de la reforma del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en su apogeo.

Y en ese sentido, la actual diplomacia mexicana parece enviar mensajes extraños, especialmente en América Latina.
República Dominicana es un país caribeño que entre sus exportaciones más famosas tiene el tabaco y el ron, así como en menor grado y como otros países latinoamericanos, productos agrícolas, manufacturas y su gente.

Nicaragua es un país centroamericano con costa caribeña que entre sus exportaciones más conocidas tiene el tabaco y el ron, así como en menor grado y como otros países latinoamericanos, productos agrícolas, manufacturas y su gente.

Uno es un país democrático, o por lo menos con elecciones competitivas, con partidos políticos que se suceden en el poder, donde puede hablarse de libertad de expresión.

El otro es un país definido eufemísticamente como "República presidencialista de partido hegemónico" donde se encarcela y destierra a opositores y críticos, se han cerrado partidos de oposición y eso de las libertades de prensa y expresión no cuenta mucho.
Adivine usted a cuál de ellos México da preferencias comerciales.

Sí respondió el primero, la República Dominicana, la respuesta es no. No son ellos.
Si apuesta por el segundo, Nicaragua, tendrá razón.

Puede ser porque el embajador Guillermo Zamora sea más amigo y más ideológicamente afín a la 4T que el embajador Carlos Miguel Aysa González, amen de mas cercano personalmente al presidente Daniel Ortega que Aysa pudiera ser al dominicano Luis Abinader.
Cierto, también se trata de ayuda. Los dominicanos parecen mejor situados económicamente que los nicaragüenses.

Ciertamente habría por lo menos la impresión de que en sus prioridades el gobierno mexicano parece tener hoy más afinidad y hasta más amistad con regímenes autoritarios –que se presentan como democráticos porque tienen elecciones aunque cuestionables y se enfrentan a Estados Unidos– que con aquellos que al menos proclaman una democracia electoral que permite sucesiones de partidos y no solo el cambio de nombres o presidencias por herencia o escalafón burocrático.

República Dominicana y Nicaragua son casos contrastantes. Al mismo tiempo, la relación con Venezuela es excelente, a pesar de que ha expulsado a siete millones de sus habitantes, muchos de los cuales han pasado por México antes de llegar legal o ilegalmente a Estados Unidos, y coadyuvado a crear situaciones conflictivas en la relación con el vecino del norte.

Los vínculos con Perú han mantenido su discreción habitual luego del drama sobre la entrega de la presidencia de la Alianza del Pacífico, ante la renuencia del presidente Andrés Manuel López Obrador a hacer la reglamentaria entrega del puesto a la peruana Dina Boluarte, que asumió la Presidencia de ese país, tras el golpe legislativo que derrocó a su amigo Pedro Castillo.

Fue necesaria la intermediación de Chile.
En fin...

POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS 

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM            

@CARRENOJOSE

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