La situación en Haití se ha vuelto a colocar en el centro de la respuesta internacional ante la situación humanitaria, junto con las migraciones del sur al norte.
Destaca la reunión trilateral México, Guatemala y Estados Unidos de este nuevo mecanismo político para abordar la problemática de la migración conjuntamente. Solidaridad y cooperación en la agenda nuevamente.
Hay urgencia en el llamado interno e internacional ante el agravamiento de la crisis político social en Haití, en donde nuevamente se ha declarado estado de emergencia.
Es uno de los problemas que más duele a la comunidad latinoamericana y caribeña, como para el resto de los países que forman parte del Gran Caribe, del resto del continente.
Los hogares y calles haitianas siguen en tensión, agravadas por la crisis que resultó en la ruptura ocasionada por la toma de una de las principales cárceles haitianas, donde salieron más de 3 mil personas que se encontraban en prisión. Las reacciones ante la emergencia de la comunidad internacional incluyen la disminución de la actividad diplomática en el país y del acceso aeroportuario.
La realidad de crisis creciente en Haití, que es un asunto de altísima preocupación regional, ocurre en el territorio insular compartido con República Dominicana que en cerca de dos meses celebrará elecciones presidenciales y parlamentarias para el periodo 2024-2028, el domingo 19 de mayo de 2024.
El gobierno dominicano ha tenido que suspender vuelos ante la crisis, anunciado que se encuentra preparado ante la eventualidad de dificultades fronterizas. México ha alertado a sus ciudadanos, ha tenido que tomar precauciones ante la ola de violencia en su sede diplomática en Puerto Príncipe. Brasil ha convocado a la comunidad internacional a tomar medidas urgentes de apoyo a Haití.
António Guterres, en su calidad de secretario general de la organización de las Naciones Unidas ha vuelto a hacer un llamado esta semana para atender la crisis humanitaria. El pasado viernes, en Kingstown, había vuelto a poner la atención en la situación y la necesidad de la misión internacional a la que había convocado antes a apoyar.
Para Guterres, la región latino-caribeña ha demostrado que unirse por la paz es posible y marca la diferencia en el actual contexto internacional, algo que sin duda representa un reto permanente para la región, según refirió el pasado viernes 1 de marzo en San Vicente y Granadinas donde tuvo lugar la reunión de alto nivel de la Comunidad de Estados de América Latina y El Caribe, cuya presidencia asume Honduras a partir de este mes.
Cierto es que el secretario general de la ONU se refirió a los importantes avances logrados en el proceso de paz en Colombia y la declaración conjunta firmada recientemente por Guyana y Venezuela para reducir las tensiones fronterizas, sin dejar de mencionar los retos que presenta la acción de la delincuencia organizada en muchos países, no sólo en Haití.
Por delante, otros temas en la agenda de negociación y acuerdo han sido referidos en la reunión de CELAC, como la solidaridad y la cooperación regional, o la falta de seguridad financiera internacional están también en la agenda para la comunidad regional.
POR GUADALUPE GONZÁLEZ CHÁVEZ
Catedrática universitaria
@GuadalupeGonzCh
MAAZ