TIERRA DE NEGOCIOS

La Voz del Campo: Un Grito Global por Justicia y Sustentabilidad

En los últimos meses, los países con mayor producción agrícola a nivel mundial han sido los protagonistas en las primeras planas de los diarios por las movilizaciones de sus productores

OPINIÓN

·
Mariana Otero-Briz / Tierra de Negocios / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

En los últimos meses, los países con mayor producción agrícola a nivel mundial han sido los protagonistas en las primeras planas de los diarios por las movilizaciones de sus productores: Cientos de tractores tomando las calles, agricultores lanzando huevos a la sede la Unión Europea, bloqueo de vialidades y cruces fronterizos son sucesos en Francia, Alemania, España o la India, entre otros.

Las protestas no son aisladas, reflejan un malestar profundo ante retos compartidos como son la presión económica, los desafíos impuestos por el cambio climático, en el caso de México traducido en una de las más devastadoras sequías de los últimos años.

A esto se sumaron nuevas políticas medioambientales de la Unión Europea que recaen particularmente en el campo, como una medida para enfrentar los efectos del cambio climático, pues señalan a los agricultores como el principal problema.

A nivel nacional, movimientos como #PorNuestroCampo y las acciones del Consejo Nacional Agropecuario (CNA) de Juan Cortina Gallardo,  resuenan con estas preocupaciones globales, aunque con particularidades propias.

Los bajos precios de los productos, que en algunos casos no alcanzan ni para cubrir los costos de producción, la competencia por las importaciones, falta de apoyo gubernamental o de financiamientos, así como restricciones ambientales percibidas como excesivas (en México, el tema de glifosato o  la prohibición de maíz transgénico); son  factores que combinados generaron una crisis de sustentabilidad y rentabilidad en el sector, empujando a los agricultores de todo el mundo  a buscar cambios profundos en las políticas agropecuarias.

El movimiento #PorNuestroCampo, las acciones del CNA, y de otras organizaciones campesinas, hacen énfasis en problemáticas como la necesidad de mayor seguridad en zonas rurales, mejor acceso a financiamiento y créditos, así como políticas que protejan a los productores nacionales frente a la competencia de productos importados, a menudo subsidiados en sus países de origen.

Estas demandas, aunque reflejan algunas de las causas globales de descontento, también subrayan la importancia de la soberanía alimentaria y la protección de la biodiversidad autóctona.

Al conjuntar los argumentos que han dado pie a que los productores del sector primario alcen la voz desde distintas latitudes, se prevé la necesidad de una profunda transformación del sistema agropecuario global.

Es una llamada de atención en el sentido de que los pueblos del mundo deben ver siempre a su sector agroalimentario como estratégico y prioritario, a riesgo de padecer, no solo revueltas, sino posible desabasto de alimentos y, en el peor de los casos, de carencia alimentaria en su población.

Los agricultores necesitan un cambio estructural hacia sistemas más justos y sostenibles. La atención y respuesta a estas demandas no solo beneficiaría al sector agrícola, sino que sería un paso hacia sistemas alimentarios más resilientes y equitativos.

El clamor del campo, unido en su diversidad, urge a construir un futuro en el que la agricultura sea rentable, pero también sustentable y respetuosa de los derechos laborales, sociales y ambientales.

Los ojos y la atención de los equipos y de las propias candidatas y candidato presidencial deben estar puestos en la situación agroalimentaria global, para empezar a tomar las medidas necesarias en el próximo sexenio, con soluciones de corto, mediano y largo plazo, ya que muchos de los problemas expuestos son tanto coyunturales como estructurales.

POR MARIANA OTERO BRIZ

COLABORADORA

@BRIZCOCHO

EEZ