PASIÓN POR CORRER

Kipchoge: Carrera y vida

Breve, sustancioso y sin dar más explicaciones a la prensa, el atleta dijo sobre su derrota “que tanto en el deporte como en la vida, hay días buenos y días malos, hoy fue un día desafortunado. Lo único que puedo decir es que no todos los días son Navidad. Aprenderemos para construir para el futuro

OPINIÓN

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Rossana Ayala / Pasión por Correr / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

"Alguien que termina un maratón, es capaz de lograr cualquier cosa en la vida", fueron las palabras de Eliud Kipchoge, el mejor corredor de maratón de todos los tiempos, durante la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias, en octubre pasado, como imagen de referencia para expresar que los conceptos “carrera y vida” son intercambiables.

En ambos se derriban muros de todo tipo, físicos, sociales y culturales hasta adquirir la fuerza y resiliencia necesarias para seguir adelante, a pesar de todo.

El pasado domingo, en Tokio, el keniata dio un ejemplo ello, y aunque fue su cuarta derrota en 22 maratones, la peor por el décimo puesto en el que llegó (2:06:50), dejó claro que hasta ahora no ha abandonado una carrera, ni por el clima, ni por pademia, molestia en los oídos o porque las piernas no le respondan. 

Esta vez el derrumbe físico le llegó justo antes del medio maratón. Los siguientes 21 kilómetros fueron un tormento. El keniata no había llegado nunca tan alejado del ganador. En este caso su distancia con Benson Kipruto (2:02:16) fue de 4 minutos con 34 segundos.

Breve, sustancioso y sin dar más explicaciones a la prensa, Kipchoge dijo sobre su derrota “que tanto en el deporte como en la vida, hay días buenos y días malos, hoy fue un día desafortunado. Lo único que puedo decir es que no todos los días son Navidad. Aprenderemos para construir para el futuro”.

Y aunque la marca del Keniata en Tokio es un cronometraje de nivel mundial, esta derrota ha generado muchas especulaciones sobre el posible comienzo de su declive como atleta y dudas sobre si logrará obtener el oro en París.

Lo cierto es que hasta hoy, Eliud Kipchoge es una leyenda en vida en lo que se refiere al maratón: Ha ganado dos medallas de oro olímpicas, ha roto dos récords mundiales y ha ganado 18 de los 22 maratones oficiales que ha corrido. A sus 38 años lleva en pie de batalla casi 20 años.

¿De qué dependerá ahora un buen resultado en París? De su estrategia. Como ya hemos dicho aquí, la diferencia entre un maratón olímpico y uno normal, es la táctica. En los 42K olímpicos se corre para ganar, no importa el tiempo, lo que importa es la medalla.

El cronometraje es por lo general lento. Así que Kipchoge tendrá que prepararse además para el clima caluroso que se prevé y para un trayecto que se espera pesado.

El atleta aseguró que se levantará de este golpe y entrenará intensamente para París, que ha fijado como su gran objetivo del año: "Volveré, me relajaré y empezaré a entrenar. No sé cómo llegaré a los Juegos Olímpicos, pero espero que bien". 

Seguramente el keniata dará todo el 10 de agosto próximo en la Ciudad Luz, posiblemente obtenga una de las tres medallas, si lo logra, será un gran triunfo, si no, hará de su derrota otra gran enseñanza de vida. Así son los grandes. 

POR ROSSANA AYALA

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