TU CAUSA ES MI CAUSA

Acapulco después de Otis

Una vez que ha pasado el desastre, el siguiente paso es ayudar a las comunidades de Guerrero a fortalecerse y recuperar sus medios de vida

OPINIÓN

·
Dulce Galindo Villa / Tu causa es mi causa / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En la madrugada del 25 de octubre del 2023 el huracán Otis de categoría 5, destruyó el puerto de Acapulco. Un fenómeno climático que en cuestión de horas pasó de ser una lluvia tropical a un huracán con vientos de 270 kilómetros por hora. 

México recibió esta dura noticia el 26 de octubre por la mañana, mientras muchos dormíamos, las personas que estaban en Acapulco vivieron uno de los momentos más aterradores al ser testigos de la fuerza de la naturaleza. Aquella noche solo fue el principio, después vino la falta de agua, alimento, la rapiña, el recuento de las personas desaparecidas y la angustia de ver el puerto destruido, sustento económico de miles de familias. 

Debido al cambio climático los desastres naturales como huracanes, temblores, inundaciones, sequías, etc. cada vez son más frecuentes y más agresivos. En 2023, 339 millones de personas necesitaron ayuda humanitaria, 65 millones más que en el 2022. 

Es fuerte, pero si no conseguimos frenar el deterioro ambiental, los desastres naturales serán parte de nuestra vida, ante los cuales debemos aprender a reaccionar de manera efectiva y organizada. 

En la actualidad, en México, existen organizaciones dedicadas a gestionar la ayuda en situaciones de emergencia, como el Centro Nacional de Apoyo para Contingencias Epidemiológicas y Desastres (CENACED). Este centro opera el programa Unidos por ellos, el cual involucra a fundaciones, empresas, el gobierno y voluntarios en labores de asistencia.

Antes de Otis, Unidos por ellos contaba con 71 miembros; hoy son 186 y en conjunto, lograron brindar 1.9 millones de comidas calientes durante la emergencia, empleando las cocinas comunitarias y restaurantes afectados por el huracán, en esta misión tuvo lugar la participación de la fundación World Central Kitchen del chef español José Andrés.

Además el CENACED en conjunto con sus aliados enviaron 9 mil 100 toneladas en despensa, activaron 69 cisternas de agua, llevaron 983 500 litros de agua embotellada y 13 mil litros de suero, entre otras acciones. 

Una vez que ha pasado el desastre, el siguiente paso es ayudar a las comunidades de Guerrero a fortalecerse y recuperar sus medios de vida, lo cual implica la reconstrucción de 270 mil viviendas, 600 hoteles, 336 escuelas, 120 hospitales,  liberar las vías de transporte, restablecer servicios como el agua y la electricidad. 

Para lo cual se necesitan recursos económicos, pues si bien, el gobierno ha destinado recursos, se estima se requieren 269 mil 463 millones para apoyar a las más de 3 millones de personas damnificadas de los 47 municipios de Guerrero, entre ellos Acapulco. 

El CENADEM brinda una valiosa oportunidad para contribuir de manera organizada y efectiva con nuestros recursos o talentos. El Dr. Roberto Gallard, Presidente del Consejo Directivo de este organismo independiente, comparte una historia: durante la emergencia provocada por el Huracán Otis, un joven que bolea zapatos cerca de nuestras instalaciones se acercó para preguntar si podía contribuir con $200 pesos. Aunque parezca un gesto pequeño, su impacto es significativo, ya que, es un acto de generosidad que inspira a otros a contribuir. 

Guerrero aún necesita de nosotros, visita https://cenaced.org.mx/ para saber cómo puedes sumarte. 

POR DULCE GALINDO VILLA

INSTAGRAM / @FUNDACION GRUPO ANDRADE

FACEBOOK / @FUNDACIONGRUPOANDRADE

PAL