Por primera vez desde que el tema migratorio comenzó a ser incluido en las encuestas de opinión pública, hace medio siglo, es el principal punto de preocupación para 28 por ciento de los estadounidenses, indica un reporte de la organización encuestadora Gallup.
Como problema, está por encima de la economía, la vara de medir tradicional en la política estadounidense.
Y tal vez no como coincidencia, la última vez que la cuestión migratoria había estado en el primer lugar de las preocupaciones, fue 2019, ante la alarma despertada por las "caravanas" organizadas en Centroamérica y atravesaban México para llegar a la frontera con Estados Unidos.
No es accidente que el Presidente en funciones entonces haya sido Donald Trump, que durante su campaña electoral en 2016 denunció la que calificó como "invasión" de migrantes y amenaza para el país. Es el mismo que ahora, como virtual candidato del Partido Republicano acusa a los migrantes de "envenenar" la sangre de los estadounidenses.
Y en ese marco, de acuerdo con analistas políticos, la cuestión migratoria es el "talón de Aquiles" del presidente Joe Biden, al que sus adversarios presentan como demasiado viejo, demasiado débil, para enfrentar las múltiples crisis que enfrenta su país.
Que algunos de esos problemas hayan sido agravados por la obstaculización política republicana en el Congreso es un hecho, como el que fueron los demócratas los que interpusieron obstáculos múltiples al régimen Trump. Ese es el rejuego tradicional de la política, en Estados Unidos y los países democráticos del mundo.
La importancia del tema fue subrayada por las visitas que los dos virtuales aspirantes hicieron el jueves simultáneamente a ciudades fronterizas: Biden, a Brownsville, y Trump a Eagle Pass.
En términos electorales Trump lleva ventaja: puede hace promesas que quien sabe si legalmente podrá cumplir, a menos que se constituya en dictador. Biden lleva a cuestas lo que muchos ven como políticas fracasadas que permitieron la entrada a Estados Unidos de millones de peticionarios de asilo.
La semana pasada se esperaba que Biden anunciara en Brownsville nuevas medidas para restringir la entrada y la aceptación de inmigrantes, pero la realidad es que no están los recursos para ejercerlas, y menos cuando es la Cámara baja del Congreso, controlada por los republicanos, la encargada de aprobar los fondos.
De ahí, las presiones a México para que también limite la entrada de migrantes indocumentados.
No es la primera vez. Durante su primera campaña electoral Trump ofreció construir un muro fronterizo que México pagaría. La valla no prosperó mucho; a cambio, Trump presume ahora de que logró la cooperación mexicana y 28 mil soldados, tras amenazar con incrementar tarifas a la entrada de sus exportaciones.
POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
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