El primero de marzo iniciaron formalmente las campañas políticas a nivel federal, son 629 los cargos en disputa; 500 diputados, 128 senadores y la Presidencia de la República. Sin duda, los reflectores están centrados en el desempeño de los candidatos presidenciales, son los que despiertan el mayor interés, es ahí donde se dará la verdadera batalla, muchas de las otras contiendas pasarán desapercibidas y los ganadores serán producto de la inercia.
En México es poco común el voto diferenciado, los electores suelen tachar todas las boletas por el mismo partido político, y quien los cautiva o los decepciona, suelen ser los candidatos presidenciales, el análisis de las propuestas legislativas es prácticamente inexistente. Serán 3 meses intensos de campaña donde muchas cosas pueden pasar, la política es una actividad vertiginosa, pero los arranques del fin de semana nos dan una idea clara de lo que podemos esperar.
Es justo decir que la contienda solo es entre dos candidatas, México será gobernado por una mujer, la participación del único hombre en la contienda es anecdótica, el candidato de movimiento ciudadano no tiene ninguna posibilidad de ganar y difícilmente crecerá en las encuestas. Aún así es difícil saber con exactitud el papel que desempeñará Álvarez Máynez, si es verdad la sospecha de un pacto con morena, se sabrá en las siguientes semanas, sobre todo con su participación en los debates.
Las campañas tienen como propósito fundamental conocer a los candidatos, pero sobre todo sus propuestas, ambas candidatas ya dejaron en claro las líneas discursivas con las que buscarán el voto ciudadano. En el caso de de Claudia Sheinbaum, sus propuestas son básicamente la continuación de las políticas iniciadas por el gobierno actual, no hay nada nuevo, salvo la intención de acabar con la reelección de cargos públicos a partir del 2030.
De todas sus promesas de campaña, tal vez sea esta a la que busque darle mayor difusión, un gran porcentaje de mexicanos están en contra de la reelección, es una mediada popular pero que en nada modifica las condiciones de vida de la población. Los mexicanos ya sabemos lo que es vivir con y sin reelección, ninguno de los dos escenarios ha servido en la profesionalización ni en el desempeño de los servidores públicos, en pocas palabras; da lo mismo que nuestros políticos se reelijan o no.
En el caso de Xóchitl Gálvez, sus principales propuestas están relacionadas con el tema de la seguridad pública, es lógico y correcto; el talón de Aquiles de este gobierno es la falta de control de la violencia y de la impunidad con la que actúa la delincuencia. La candidata de la alianza quiere mostrarse inflexible ante los delincuentes, buscará crear paralelismos con el presidente salvadoreño Nayib Bukele, como parte de su estrategia de campaña, tratará de sacar provecho a la popularidad de sus propuestas.
Todas las encuestas dan como ganadora indiscutible a la candidata de morena, lo cual puede ser verdad, pero tengo la impresión de que la brecha se está cerrando, no sé si lo suficiente para revertir un posible resultado, pero si para acortar significativamente la distancia. El motivo; la percepción generalizada de que el gobierno se encuentra rebasado por el crimen organizado y la recientes sospechas del financiamiento del narcotráfico en las campañas electorales.
La candidata oficialista no puede ser disruptiva en sus propuestas, tiene que seguir la línea del presidente, en eso le lleva ventaja la candidata opositora; en política siempre es más fácil atacar que defenderse.
Es bueno la existencia de una verdadera competencia y que la elección se esté poniendo interesante, de eso se trata la democracia; de resultados inciertos. Por lo pronto, es momento para que hagan sus apuestas.
POR HÉCTOR SERRANO AZAMAR
COLABORADOR
@HSERRANOAZAMAR
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