MALOS MODOS

¿Qué le pasó al Doctor Muerte?

Su Doctor Patán ha dicho unas cuantas veces que el aprecio y la admiración que le producen sus compañeros

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Su Doctor Patán ha dicho unas cuantas veces que el aprecio y la admiración que le producen sus compañeros de movimiento tiene una sola pero reverberante excepción, que es el Doctor Muerte (DM), por aquello de las 800 mil eso, muertes, por la petulancia y por una arrastradez que no justifican ni los logros inmarcesibles de nuestro líder, el Segundo Presidente Más Popular del Mundo (SPMPDM). Con todo, su doctor de cabecera está atado a lo del juramento hipocrático, así que tengo que decirlo: estoy preocupado por Muerte. 

La preocupación se deriva de una foto junto a mi Marx Arriaga en la que el zar anti COVID –el Zar Rojo– se ve en serio decadente. Digamos, en términos clásicos, que ha desarrollado algo parecido a un cuerpo de perro parado: unas piernas muy, muy flaquitas, y un tórax contrastantemente hipertrófico.

Hagan de cuenta una hormiga atómica sin tono muscular. Dudo que el pantalón marca paquete y el peinado con gomina de antes fueran de un atractivo de esos que harían parpadear la virilidad de un Clint Eastwood, pero –no pidan nombres– hubo en sus días quienes encontraron atractivo a DM. Lejos quedan.

¿Qué le pasó a DM? La respuesta tiene importancia no solo en términos hipocráticos, sino, sobre todo, en términos de la 4T, de la que es una figura muy visible. Se me ocurren tres respuestas. La primera es que haya incurrido en un pecado de incongruencia y esté desatendiendo los avisos del etiquetado que tanto promovió.

Hugo: esos octagonitos son un texto, y el texto dice: “Para al tercer chocorrol”. Entiendo las dificultades que esto entraña, pero hombre: tres son una cantidad razonable. Sobre todo cuando uno culpa a las empresas de comida de la masacre que hubo en la pandemia.

La segunda posibilidad es que, por el contrario, DM haya sufrido una crisis de congruencia, haya dejado de usar medicamentos de las grandes farmacéuticas en plan VIP y haya decidido tratarse con medicinas cubanas, con una severa congestión por resultado. Muerte: no lo hagas.

El socialismo isleño es incapaz de fabricar una licuadora o estandarizar la calidad de los habanos, esos que cobra tan caros. ¿Te lo imaginas creando algo que opera a nivel molecular? Vuelve a las grandes marcas. De preferencia, con cargo a tu bolsillo.

Queda una tercera posibilidad: que DM lleve su obsecuencia al grado de querer mimetizarse con SPMPDM. Error. Todos sabemos que debajo de ese aparente blindaje, justamente, al etiquetado, hay una constitución keniana, y aun así nuestro líder carga con la cruz de un cateterismo. Imagínate lo que nos espera a los hombres del común.

Mi consejo, Hugo, es que le metas, ya, a las fibras y las proteínas, y cortes los carbohidratos. Todavía estamos a tiempo de no evitar una espiral autodestructiva de muy difícil salida.

Sigan al Doctor Patán para un cambio de vida.

POR JULIO PATÁN 

COLABORADOR 

@JULIOPATAN09

MAAZ