COLUMNA INVITADA

Refranes [I]

El florido lenguaje de los refranes mexicanos está lleno de sabiduría

OPINIÓN

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Rubén Martínez Cisneros / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

El florido lenguaje de los refranes mexicanos está lleno de sabiduría, picardía, también se les llama dichos, dimes, diretes, refranes, proverbios; Abrazos y besos no hacen chiquillos, pero allanan el camino o bien De los abrazos y las apreturas nacen las criaturas.

Don Armando Jiménez, nos dice en su libro "Dichos y Refranes de la Picardía Mexicana", Diana 1990: “En todas las latitudes hay dichos y refranes los ha habido desde tiempos lejanos. Muchos de los que se usan aquí los trajeron los conquistadores, quienes a su vez habían asimilado no pocos de los moros”.

Acerca de este texto, el escritor Gabriel García Márquez, señala: “será muy útil a estudiosos de muy diversas áreas. También al lector que sólo desee ampliar su conocimiento en esta forma literaria y procurarse instrumentos para manifestar sus propias ideas, enriquecidas con tonos de ironía y agudeza mental”; Con permiso de la concurrencia , la novia va a hacer chis; Cuando no está preso lo andan buscando.

Por su parte, Eduardo Césarman, en "Dicho en México", Gernika 2003, agrega: “Nos llegaron de España y a ella del mundo entero. Algunos surgen de la literatura universal. Aquí en la ciudad de México, y en todos los confines de la nación, se enriquecieron y adquieren un sabor particular gracias a los neologismos, la picardía y las palabras altisonantes que definen los significados y que logran las rimas; Acostándome con Luz, aunque me apaguen la vela.

La recién fallecida novelista y periodista Guadalupe Appendini (1932-2024), quien fuera esposa del historietista Gabriel Vargas, escribió "Refranes Populares de México", Porrúa 2016 y "Refranes y Aforismos Mexicanos", Libros del Rincón 2003, en el primero dice la autora, “El refrán es la síntesis de la sabiduría popular que se acumuló a través de los siglos en la vida de nuestro pueblo…”; En la boca del mentiroso lo cierto se hace dudoso; No se puede predicar y andar en la procesión.

Más aún, señala Appendini: “Los refranes, dichos, dicharachos y juegos de palabras, reflejan la más pura idiosincrasia del mexicano, caracterizado por la picardía, el ingenio, la hospitalidad, la alegría de vivir, el sentimentalismo…El que lo mete, olvida lo que promete; A palabras de borracho, oídos de cantinero; A chillidos de marrano, oídos de matancero.

El escritor Héctor Anaya cita en su texto "El patrimonio intangible Hábitos, costumbre y Expresiones Populares", PPC 2013, el libro "El Lenguaje se divierte", de la autoría de Carmen Galindo, quien señala: “Unos refranes se contradicen unos con otros, de tal modo que, si uno es verdadero, el otro, por estar en la otra esquina, sería, por decir lo menos inexacto, Contigo pan y cebolla, entra en conflicto con el realista de Donde no hay harina, todo es muina; La política es una vieja cochina; De sembrar y casar, no quieras consejos dar.

 A la primera chitón, a la segunda coscorrón; Está como el maistro Candela, que no sabe leer y puso escuela o bien como decía don Pascual Martínez, Sale uno a buscar tontos y luego lo encuentran a uno.

POR RUBÉN MARTÍNEZ CISNEROS

COLABORADOR

MAAZ