PORTAZO

El estilo personal de suplicar

La paternalista idea del salvaje feliz, bondadoso y puro, anidada en el corazón del Presidente, lo ha llevado a ridículos extremos de advertir a los criminales que serán acusados severamente con sus mamacitas santas

OPINIÓN

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Rafael Cardona / Portazo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Invariablemente utilizado para afianzar lugares comunes, el ya añejo ensayo de Daniel Cosío Villegas, “El estilo personal de gobernar” —cuyas líneas esenciales se mantienen vigentes hoy en día, por la similitud populista con Luis Echeverría— se podría actualizar como el estilo personal de suplicar.

La paternalista idea del salvaje feliz, bondadoso y puro, anidada en el corazón sin bodega del Presidente de la República, lo ha llevado a ridículos extremos de advertir a los criminales de las consecuencias de seguir por el camino del crimen y el delito: serán acusados severamente con sus mamacitas santas. Como la señora Loera (Mamá Chapita), de quien fue gestor epistolar ante el gobierno de Estados Unidos, según propio relato.

En repetidas ocasiones el Presidente les ha propuesto los pensamientos de bondad hacia sus propias familias, sus abuelitos y sus hijos, peticiones por lo visto desatendidas por los desalmados criminales (capaces de secuestrar, levantar, trocear, cocinar y disolver cuerpos humanos en ácido; desmembrar, incinerar y carbonizar o cualquier otro procedimiento exterminador), dando paso al estilo de suplicar en vez de gobernar, que se ha ido extendiendo a otros ámbitos. 

No se explica de otra manera la tolerante actitud del INE, cuyo miedo para aplicar sanciones es evidente, sobre todo ahora cuando el Ejecutivo furibundo lo ha comparado con la Inquisición. Las medidas cautelares (¿no sería mejor llamarlas medidas restrictivas y alguna vez punitivas?) les dejan el paso a las convocatorias por un buen comportamiento. 

Los casos más recientes en materia electoral (y  no los últimos) son la denuncia presidencial de un golpe de Estado técnico (signifique eso cuanto AMLO quiera); el uso partidario y moreno de La Hora Nacional en favor de CSP o el aprovechamiento indebido del logotipo del INE en la propaganda de XG.   

Al Presidente se le responde con un simple no es así. A La Hora Nacional no se le toca porque se lesionaría la libre expresión. Y lo de Xóchitl se deja pasar. 

Todo eso acompañado de esta alegre declaración de la señora Taddei:

“Creo que, en este momento de campañas, todo tipo de declaraciones abonan o perjudican a las campañas electorales (o todo lo contrario) , yo apelo a la prudencia de los servidores públicos
en su totalidad, a la prudencia de los partidos políticos, de sus equipos…

“Que mantengan una línea de debate correcta, con la prudencia necesaria en términos sociales y políticos, y que tengamos una campaña que valga la posibilidad que el ciudadano se decante por una fuerza política”.

Está bien, la señora Doña Prudencia (como Griffel)  apela, pero nadie la pela.

Sería mejor si los amenazara con decírselo todo a sus mamacitas.  

POR RAFAEL CARDONA

COLABORADOR

@CARDONARAFAEL

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