TRES EN RAYA

El comal le dijo a la… cacerola

Los que se llevan se aguantan. Intercambio de críticas, denostaciones y hasta insultos en medios y en redes sociales

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Los que se llevan se aguantan. Intercambio de críticas, denostaciones y hasta insultos en medios y en redes sociales. Se conoce lo dicho por uno y otro; ha quedado registrado. Javier Milei es de los pocos mandatarios latinoamericanos que, en fechas recientes, se aventura a responder a las descalificaciones que lanza Andrés Manuel López Obrador; que este último inicie o responda a la ofensiva es, en cambio, muy usual.

Ejemplos sobran: desde llamar “usurpadora” a Dina Duarte, presidenta de Perú (AMLO, además, se rehusó a entregarle la presidencia itinerante de la “Alianza del Pacífico”; también a tomarse una foto oficial con ella; y, para colmo, quiso romper relaciones comerciales con dicha nación mientras ella continúe siendo presidenta).

Ante tanta soberbia, el congreso peruano lo llamó “persona non grata”, pero hasta ahí. O decirle “La Santa Inquisición” a la canciller panameña por no aceptar a Pedro Salmerón como embajador de México en ese país (y es que el enviado de la cuarta transformación ha sido señalado como violentador de mujeres…).

O con Bolivia. Con sus gobiernos, Andrés Manuel también ha tenido encontronazos. Y el problema no fue tanto que el obradorismo le diera asilo a Evo Morales en México, sino más bien permitirle que continuara haciendo política y grilla desde acá en contra del gobierno boliviano. López Obrador, además, declaró que la presidenta de Bolivia era ilegítima y expulsó de nuestro país a la embajadora.

Recién había ocurrido la invasión de Rusia a Ucrania, AMLO invitó a un batallón del ejército ruso a marchar en nuestro desfile cívico militar del 16 de septiembre de 2022. Eso generó que la embajadora ucraniana en nuestro país se preguntara por la coherencia de López Obrador en materia de su política de neutralidad.

Y la diplomática tiene mucha razón puesto que, cuando se conocen las arbitrariedades o violaciones a los derechos humanos por parte de los gobiernos de Rusia, Nicaragua, Venezuela o Cuba, López Obrador guarda silencio.

La “no intervención” selectiva de López Obrador hace añicos la política exterior de México, misma que siempre buscaba ofrecer sus buenos oficios para generar la paz entre opuestos. Eso se ha perdido irremediablemente. Ya vamos para seis años en que las opiniones personales de López Obrador se vuelven desastrosas hocicadas (incluyen afectaciones a un sinnúmero de relaciones comerciales).

Milei, en cambio, salvo decirle ‘ignorante’ a nuestro jefe del Ejecutivo — y eso porque este se metió primero con él—, no ha hecho nada de eso otro que he relatado (el argentino lleva poco en el poder y quizá por lo mismo no ha tenido oportunidad de ‘regarla’), pero lo que sí es un hecho es que demagógicamente AMLO culpa a Milei —quien solo tiene tres meses en el cargo— de los pobres que hay en Argentina o de la inflación galopante. Total, que Javier Milei le contestó al “rey del insulto” y eso no le gustó a López Obrador. Lo que es peor, con su contestación, AMLO agredió a 14.5 millones de argentinos (número que votó por Milei).

A ambos jefes de Estado se les da fácil eso de descuidar la investidura presidencial y llevar su antagonismo ideológico y personal a la esfera internacional. En el caso de nuestro mandatario —que, como mexicanos es lo único que nos debe concernir—, le conviene que se hable de su “pleito” con Milei y no de la situación en Guerrero, Campeche, Zacatecas, del Tren Maya, etcétera.

Yo digo que cuando dejen el cargo podrán decir lo que se les antoje (aunque no se los recomiendo, nada más vean a Vicente Fox), pero mientras eso no suceda deberían respetar a las naciones que representan.

Tres en Raya

1.- Ahora que lo recuerdo, López Obrador le mandó un abrazo virtual (vía su cuenta en X) al presidente Gustavo Petro de Colombia. ¡Cuidado! El hijo del presidente colombiano enfrentó un juicio por ser acusado de corrupto y narco, y hoy está en la cárcel.

2.- Los maestros en Argentina pueden presumir algo que aquí sigue siendo una utopía: ganan más que los diputados y senadores. A sus legisladores sí les quitaron todas sus prerrogativas. En México fue pura farsa.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN

COLABORADORA

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