MALOS MODOS

Bienvenidos a Dinaztlán

Como es frecuente, hace unos días al Doctor Patán, luego de una brevísima pausa de desilusión

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Como es frecuente, hace unos días al Doctor Patán, luego de una brevísima pausa de desilusión, de desencanto con la Cuarta Transformación de la Vida Pública, lo inundó nuevamente la esperanza. La desilusión nació de aquello que a su doctor le es más importante, es decir, su profesión: del sistema de salud pública.

El Segundo Presidente Más Popular del Mundo (SPMPDM) había prometido, luego de algunas posposiciones, que en marzo tendríamos el Mejor del Mundo. El famoso sistema nivel Dinamarca, pues. Cuando digo “algunas posposiciones” no exagero.

Dinamarca se iba a dejar venir en 2021, según nos prometió el SPMPDM en enero de 2019; según nos prometió en marzo del mismo 19, en 2022; luego, en enero de 2020, corrigió y dijo que la fecha era diciembre de ese año; en 2022 tuvo que decir que bueno, iba a ser en 2023, y lo dijo dos veces.

En fin, un baile de fechas que, aceptémoslo, propiciaba el escepticismo. La última vez, sin embargo, me pareció que sí era la buena: marzo de 2024 quedaría inscrito con fuego en las páginas de la historia patria como el día de la victoria.

En esas estaba, lo confieso, cuando, en las semanas previas a la fecha gloriosa empezamos a ver, otra vez, pacientes tirados en los pasillos de las clínicas, plafones caídos, inundaciones pese a la sequía que golpea a nuestra patria, reclamos de los padres de niños con cáncer y apagones en el quirófano pese a que la mano patriótica del licenciado Bartlett guía a la CFE.

Vaya, que la cosa no parecía estarse poniendo muy escandinava que digamos y la desesperanza empezó a adueñarse de mí. Hasta que se confirmaron las peores sospechas: el 1 de marzo, las cosas seguían igual que estaban. Una Dinamarca post apocalíptica, en el mejor de los casos. Otra confesión: me sentí tentado a hacer como en esa estrofa del himno danés que dice: “Huyan, gritaban. ¡Huya todo el que huir pueda!”

¿Cómo regresó la esperanza al Doctor? Con la imagen de Claudia Scheinbaum en el estrado, en el lanzamiento de su campaña. El SPMPDM, ya deberíamos saberlo, siempre tiene un Plan B. Cuando los conservadores apenas van, él ya está de regreso. El Plan B es otro sexenio.

Firme, autónoma, revolucionaria, la compañera Claudia nos va a convertir en la versión mesoamericana del norte de Europa. Ya lo prometió. Lo veo venir: clínicas impolutas en las que los yerberos y los chamanes que operan con las manos convivirán con la homeopatía, el vaporrú, la Ivermectina, las vacunas cubanas y las tecnologías más de punta, desarrolladas por la camarada Álvarez-Buylla.

Como dije antes, más que en Dinamarca vamos a estar en algo así como Wakanda, en versión maya-mexica. ¿Y los conservadores? Derrotados de nuevo. “Izó la bandera roja y venció al enemigo batalla tras batalla”, para citar de nuevo el himno danés.

Bienvenidos a Dinaztlán.

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

MAAZ