A nadie debería de extrañarle que la Federación Mexicana de Futbol esté tratando de innovar y convertir en un negocio con piso parejo el asunto de los derechos de televisión para sus socios, los dueños de los equipos que al final del día son los que invierten y arriesgan su dinero tratando de mejorar el espectáculo, pero, sobre todo, y con razones suficientes, el negocio.
Hace más de un mes, dimos a conocer en el Heraldo Radio, que la FMF tenía entre los planes del Comisionado Presidente, Juan Carlos Rodríguez, desarrollar el que fuera la propia Federación la que negociara de forma global los derechos de transmisión de televisión.
Este es un tema que no es nuevo, pero que sin el respaldo de Televisa a principios de la década de los 90´s, fracasó rotundamente y generó un cisma de monumentales dimensiones en la Federación, ya que equipos como Tecos, Puebla, Atlas, Chivas, Atlante, Veracruz, Monterrey y otros, sí estaban de acuerdo en que la Federación agrupara y distribuyera los derechos de televisión, con la participación y organización propuesta por Alberto de la Torre y Emilio Maurer, situación bien vista por Televisión Azteca (en plena transición de dejar de ser Imevisión), pero que en Televisa no fue bien recibida. Era obvio.
Pero los tiempos han cambiado. Los mejores ejemplos del buen manejo de una de las propiedades más importantes de los equipos de futbol en el mundo, sino la más, se ven reflejados en la forma como suceden las cosas en España e Inglaterra, con mucho, las ligas más importantes del mundo y que han negociado contratos de dimensiones impresionantes con corporativos como Media Pro y Sky (la de allá).
Para algunos medios, pareciera una novedad y señalan que es un “bombazo”, cuando si lo fuera, la bomba estalló hace muchas semanas y la información simplemente ha bajado a niveles de algunos colegas que han sido tomados por sorpresa, por su ignorancia de lo que acontece en el futbol mexicano.
En estos días, se ha magnificado todo lo que sucede alrededor de la FMF, las quejas, los aciertos (que casi no se habla de ellos), los dimes y diretes de jugadores y la reactivación de las diferencias entre grupos de poder del futbol mexicano.
Que ¿quién controla FMF?, que ¿Quién controla a la Selección Nacional?, que ¿si debe o no haber continuidad en el proceso de Jaime Lozano?, que ¿si se debe contratar a José Mourinho? o a quién sabe cuántos otros directores técnicos de renombre internacional…
Pero sólo es un triste proceso cíclico en el futbol mexicano, que se irá apaciguando cuando los “busca-likes” ya no encuentren algo nuevo que criticar, o los que no investigan dejen de descubrir que hace tiempo explotaron las “bombas” con noticias ya pasadas de moda.
Ni van a cambiar a Lozano, ni van a reemplazar a los directivos de la FMF, y lo de los derechos globales está en un proceso de valoración en sus etapas primarias. Tampoco debe sorprender a nadie que Amazon o cualquier otra plataforma de streaming busque derechos de televisión de equipos de futbol.
Si al final de cuentas ya las propiedades deportivas más importantes en Estados Unidos están aterrizando en los nuevos medios de comunicación masiva, a nadie debe extrañarle que Chivas siga, por ejemplo, los pasos de la MLS en pleno.
El futbol es, ante todo, un negocio, aunque sigue habiendo docenas de colegas que se niegan a aceptar que, para un dueño, es más importante lo que ingresa y lo que gasta, que la gloria futbolera y el espectáculo que tanto reclaman algunos, escondiendo en su espalda la bandera de los medios de comunicación que representan…
POR EDGAR VALERO BERROSPE
COLABORADOR
MAAZ