La Comisión Nacional de Derechos Humanos vive el peor momento desde su creación, rompió vínculos con la sociedad civil y organizaciones. Se ha politizado y ha perdido su objetivo.
Hoy la institución carece, como nunca, de credibilidad por la ausencia y el silencio de su titular.
Es más, desde la oficina de la Presidenta de la Comisión, Rosario Piedra Ibarra, me cuentan que es sabido que quien dirige y mueve los hilos de ese lugar es: Francisco Estrada, secretario Ejecutivo de la CNDH y militante de Morena, que se ha convirtió en el único asesor al que la Ombusperson escucha y atiende al pie de la letra.
Funcionarios federales me confirman que Estrada acostumbra a citarlos en sus oficinas del Centro Histórico, en la calle de República de Cuba, para adelantarles en qué sentido llega alguna queja ciudadana contra sus dependencias, el objetivo es ayudarles a resolverla a su favor, sin tomar en cuenta a la ciudadanía.
Lo importante es quedar bien, con Ya Saben Quien.
Francisco Estrada, sin experiencia en materia de Derechos Humanos, ha sido señalado de maltrato y acoso laboral al interior de la Comisión y, sin embargo, es nombrado para suceder a Piedra al frente de la CNDH, a pesar del vacío que ha creado con la sociedad civil y de haber sido un factor importante en la renuncia de los integrantes del Consejo Consultivo en octubre del año pasado, sin que hasta el momento se cuente con un órgano ciudadano vigilante interno.
Otra de las personas nombradas para encabezar la CNDH es Hilda Téllez, con una larga trayectoria en materia de Derechos Humanos, actualmente es la Directora General encargada del despacho de la Tercera Visitaduría, estuvo en CONAPRED y, en contraste, su relación con las organizaciones es muy cercana y la bandera feminista es la que la caracteriza. Básicamente la otra cara de la moneda.
Aunque no es militante de Morena, sí es muy cercana al jefe de Gobierno de la CDMX, Martí Batres, quien por cierto ha ganado cada vez más espacios en los diferentes terrenos del poder, su hermana Lenia Batres es ministra de la SCJN, Valentina Batres es diputada Local y Viétnika es periodista, además de ser considerado uno de los más duros de Morena, lo cual le ha dado la posibilidad de incidir, incluso, en la designación de candidaturas locales.
Regresando a la CNDH, desde su nombramiento, Rosario Piedra Ibarra fue cuestionada por la cercanía al gobierno de la 4T, sin embargo, se le dio un voto de confianza por el trabajo que realizó su madre, Rosario Ibarra de Piedra, como activista en defensa de los derechos humanos y desaparecidos, que nada tuvo que ver con el trabajo que ha realizado su hija, hasta el momento.
Rosario, la piedra en la CNDH.
En Corto.- En Campeche las cosas no cambian, la gobernadora Layda Sansores tendrá que cambiar de discurso, policías y ciudadanía ya advirtieron que no hay negociación, que la secretaria de Seguridad, Marcela Muñóz, se tiene que ir.
POR SOFÍA GARCÍA
COLABORADORA
@SOFIGARCIAMX
PAL