DIPLONOTAS

El terrorismo, Rusia y Putin

Es una advertencia a todos los países de que el terrorismo islamista sigue siendo una amenaza global

OPINIÓN

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Beata Wojna / Diplonotas / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El atentado de Crocus City Hall en Krasnogorsk, cerca de Moscú, en el que fueron asesinadas 137 personas y heridas más de 150, se suma a la larga lista de atentados terroristas que ocurrieron en Rusia en las últimas tres décadas. Los hechos —incluidas las primeras detenciones y acusaciones contra personas de origen tayiko, y las declaraciones de Estado Islámico del Gran Jorasán (ISIS-K) que se atribuyó la autoría del atentado—, llevan a grupos radicales islámicos.

La presencia del radicalismo islamista en Rusia data de mediados de los Noventa y está relacionada con  las guerras en Chechenia y los movimientos independistas en el Cáucaso del Norte, sin perder del horizonte la ocupación de Afganistán por la URSS en los Ochenta, y la política de Putin en Siria. El terrorismo se convirtió en un problema para Rusia en las primeras décadas de este siglo cuando los rusos vivieron varios ataques devastadores: en 2002 la crisis de rehenes en el teatro de Moscú (130 muertos), en 2004 el ataque en Beslán (más de 330 muertos), en 2009 el bombardeo del tren Nevsky (28 muertos), en 2010 el metro de Moscú (40 muertos), en 2011 atentado en el aeropuerto internacional de Moscú Domodédovo (37 muertos) y en 2013 en Volgogrado (34 muertos). 

La lucha contra el terrorismo fue probablemente uno de los pocos ámbitos donde se logró construir una buena cooperación entre Rusia y Occidente. Ambas partes sufrieron de los ataques y su objetivo común era debilitar al terrorismo islamista.

Desafortunadamente, hoy queda poco de esta colaboración. La agresión rusa a Ucrania ha disminuido esta relación a un mínimo inimaginable. Aunque desde muchos países occidentales llegaron a Rusia expresiones de solidaridad hacia las víctimas del atentado, no hay confianza. De hecho, Putin, negligentemente, desacreditó públicamente las advertencias de EUA sobre la posibilidad de un ataque como el ocurrido.  

En la reacción de la Federación Rusa hay dos puntos a destacar. Primero, parece que las autoridades quieren vincular a los autores del atentado con Ucrania. Putin mencionó que los responsables trataron de huir a Ucrania, sin referirse a Estado Islámico. Segundo, los atentados servirán para reforzar los controles sobre los grupos percibidos por el gobierno como peligrosos, independientemente de su vinculación real con el terrorismo.

En el registro de las organizaciones extremistas y terroristas de Rusia que lleva el Servicio Federal de Monitoreo Financiero de Rusia (Rosfinmonitoring) se encuentran más de 500 organizaciones, muchas de ellas efectivamente terroristas. No obstante, también organizaciones opositoras, empresas estadounidenses, e incluso fue clasificado así "el movimiento social internacional LGBT". El reciente atentado es una tragedia para las víctimas y sus familiares, pero es también el resultado de una política antiterrorista equivocada de Putin, así como una advertencia a todos los países de que el terrorismo islamista sigue siendo una amenaza global real.

POR BEATA WOJNA

PROFESORA DE RELACIONES INTERNACIONALES

TECNOLÓGICO DE MONTERREY

@BEATAWOJNA

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